Obstrucciones inamovibles e impedimentos sueltos
Reconozco mis limitaciones en cuanto a las reglas de golf. Dos ejemplos:
Un caimán se pasea por el Buffalo Greek Golf Club, en Florida. Estamos ante un caso de una «causa ajena» que algún valiente podría tratar de calificar como de «impedimiento suelto», aunque para mi es una «obstrucción inamovible».
Hoy en la RSHECC de Madrid un helicóptero se sumerge varias veces para recoger agua y apagar un incendio cercano. El efecto sobre el par 3 es devastador. Un ejemplo de obstrucción inamovible temporal, supongo.
Real Sociedad Hípica Española Club de Campo (Campo Sur), Madrid
Comento uno de los dos campos de la Real Sociedad Hípica Española Club de Campo. El recorrido Sur de la RSHECC, diseño de Robert von Hagge, es un campo mucho más duro que su hermano el campo Norte. Cuenta con una orografía más accidentada, lo que hace que tenga pocos hoyos verdaderamente planos. Y cuando los tiene, el campo ofrece múltiples oportunidades para destruir la tarjeta. Aún así Von Hagge aprovecha al máximo el terreno para hacer un routing donde las pendientes de ascenso al hoyo no sean excesivamente duras, y las bajadas fuertes se aprovechan con los pares 3. El cálculo de palo más o palo menos por la pendiente es una constante. Los greenes son amplios y cuentan con plataformas y pianos que exigen tirar a bandera para salir con un putt. No es un campo largo, aunque algunos hoyos sean tremendamente exigentes, por lo que probablemente empleemos todos los palos de la bolsa. Nos exige el máximo para puntuar. Es un campo precioso.
El hoyo 1 es un par 4 plano, relativamente largo y en dogleg hacia la derecha. La salida ofrece un gran número de bunkers para el pegador largo. El green está oculto en la parte derecha.
El green es estrecho y está totalmente protegido por bunkers delanteros y traseros de formas caprichosas. Es un green que da una apariencia de tener un tamaño mucho menor que el que en realidad tiene. La entrada ideal está por la parte izquierda del green, pero debido a su enorme superficie quedarse a la entrada no es garantía de par, porque el green tiene muchas caídas.
Seguimos a un par 5 en descenso. La salida, desde lo alto, es relativamente ciega y hay que poner la bola en calle para ganar metros. Todo el borde derecho es un fuera de límites que entrará en juego si producimos un slice. Toda la margen izquierda de la calle está salpicada por bunkers.
Con un buen drive nos queda un glorioso segundo tiro en el que nos podemos acercar mucho a green. El green es enorme por lo que hay que ajustar el tiro bien para evitar el tripateo. Un hoyo realmente bonito y no demasiado complicado.
Nuestro siguiente reto es un par 3 con agua. No es una distancia excesivamente dura, pero si queremos ser conservadores, por la derecha no nos bañaremos. El bunker de la derecha no es mal sitio; es un bunker poco profundo y plano.
El par 4 que continúa es el hoyo más difícil de todo el club. Un par 4 largo, recto y en subida, con un green en alto, con un piano temible; un green estrecho y bien guardado por bunkers cavernosos en la entrada y pendientes abruptas al fondo. Llegar a green de dos es una heroicidad al alcance de pegadores precisos. El par es un resultado extraordinario.
Von Hagge nos permite respirar con el siguiente hoyo, un par 4 corto, plano y alcanzable para los muy pegadores. La salida natural del drive, apuntando al green, está cubierta de grandes bunkers. Por la derecha hay espacio más que suficiente para dejar la bola con un hierro en la calle y afrontar el green con un pitch en las manos. El green tiene un piano central y la parte posterior está más baja que la anterior, por lo que conviene tener en cuenta su ubicación para conseguir el birdie.
El siguiente hoyo 6 es un par 4 complicado, con una salida que aconseja a dejar el driver en la bolsa. La calle se estrecha mucho y el fuera de límites de la parte derecha puede masacrar nuestras opciones. Por la parte izquierda la bola puede rodar y perderse en una vaguada importante. A veces con un tiro perfecto, el resultado de un mal bote nos puede masacrar, así que hay que jugar un hierro largo o madera y pensar en un buen segundo tiro. Para acceder al green elevado hay que superar el bunker que protege toda su parte derecha. El green siempre quedará en un nivel inferior a nuestra posición, por lo que no conviene ir muy largo de palo.
El hoyo 7 es un par 3 tipo «Himalaya» donde tenemos un desnivel importante entre el tee y el green. Un green con forma de Mickey Mouse, donde las orejas están bastante más bajas que la plataforma central. Un enorme bunker abraza todo el green por todas partes. La parte izquierda suele ser muy mal sitio.
El hoyo 8 es un dogleg en ascenso hacia la izquierda. El club ha incorporado un estanque en tres niveles por la parte izquierda de la calle (tapado desde el tee por unas encinas), que entra en juego, por lo que si queremos ganar metros necesitamos volar unos 220 metros desde la salida elevada para aterrizar en seco. Si optamos por un tiro más conservador, la parte derecha está resguardada por un conjunto de bunkers que evitarán que la bola se marche fuera de límites. El green es una enorme montaña rusa con una plataforma superior y con un pequeño bunker largo en la parte izquierda del green.
Para terminar la primera vuelta, un espléndido par 5 plano en dogleg hacia la derecha. Una salida que debe evitar el bunker de la derecha. Desde ahí es difícil intentar llegar a green, bien protegido por varios árboles y bunkers frontales. Toda la parte izquierda de la calle está salpicada de bunkers.
Desde un tee elevado el jugador se enfrenta a la excelente salida del hoyo 10, un par 4 muy largo que pide un draw sobre los bunkers de la parte derecha de la calle. Hay que evitar la parte izquierda, poblada por un bosque denso de encinas. El green es enorme y cuenta con un bunker frontal por su parte izquierda, por lo que conviene apoyarse en la derecha: la pendiente natural de la calle llevará la bola al green.
El hoyo 11 es un par 3 que varía mucho en función de la posición de la bandera. Por la parte izquierda, la pared es como un frontón que devuelve la bola a green, si no queda atrapada en un bunker muy bien puesto. En la parte derecha un bunker enorme protege toda el frontal del green. El green es complicado, tiene pendiente constante hacia el frente y cuenta con una profunda depresión por la parte derecha, que complica mucho los putts con banderas fronterizas. La foto está hecha desde el tee de blancas, un tiro que ataca al green en diagonal, y creo que más fácil que el tee de amarillas (que quedaría a la izquierda en la foto).
El hoyo 12 es un par 4 corto y descendente relativamente sencillo, si se juega con cabeza. Nuevamente, como en el hoyo 5, la línea recta entre el tee y el green está completamente salpicada de bunkers. La calle discurre de forma discreta por la parte izquierda de los bunkers. Con un drive nos acercaremos mucho al green, quedándonos un medio wedge. Si queremos llegar a green desde el tee, habrá que apretar bien el drive. Ojo con la parte trasera del green, con un rough selvático y un fuera de límites.
Continuamos a un par 5 con una salida francamente peligrosa. El fuera de límite acecha por toda la parte izquierda, entrando en juego en el primer y segundo tiro. Por la derecha, la montaña cuenta con un rough denso y pegajoso. Nunca vi a nadie llegar de dos a green. El green está elevado y cuenta con dos pianos importantes. El green, visto desde el green del hoyo 11.
El hoyo 14 es un par 4 en dogleg hacia la derecha y con salida en alto. Un buen drive nos dejará un tiro corto, pero hay que ser muy preciso porque no coger calle no es nada aconsejable.
El segundo tiro asciende de forma continua hacia un green bien protegido. Es un tiro más largo de lo que parece.
Otro hueso tremendo continúa. La salida, desde alto, salva una vaguada para iniciar otro ascenso inexorable hasta el green.
Otro dogleg hacia la derecha, en continua subida y con una distancia más que apreciable hacia otro green elevado y con una entrada mucho más difícil.
El hoyo 16 es un par 5 descendente y recto. Una buena oportunidad para pegadores, que podrán llegar al green de dos. La gracia está en superar un lago que se interpone entre la calle y el green. Un green atacado por un sarampión de bunkers pequeños.
El hoyo 17 es un buen par 3 de unos 170 metros. Las bolas tenderán a caer hacia el bunker por lo que hay que apoyarse en la parte derecha. El green tiene dos pianos muy claros, por lo que si queremos el birdie hay que tirar a la parte correspondiente del green.
El hoyo 18 es un hueso también tremendo. Desde un tee bajo tenemos que ascender hacia el green y cubrir más de 350 metros. Un hoyo agotador para terminar.
Golf de Chantaco, San Juan de Luz (Francia)
No muy lejos de la frontera franco-española, en la localidad francesa de San Juan de Luz, se encuentra el golf de Chantaco: un campo clásico, muy bien conservado y un ejemplo de la excelencia de Harry S. Colt, quizá el más grande de los arquitectos clásicos.
Inaugurado en 1928, el campo está muy ligado al apellido Lacoste. Thion de la Chaume fue su primer presidente, seguido de su hija Madame René Lacoste, 13 veces campeona de Francia. Ella aseguró la supervivencia del club durante la guerra y su restauración en 1945. Su hija Catherine Lacoste, ganadora del US Open de 1967, también fue presidenta del club en 1974. Hoy la presidencia está en manos de Veronique Smondack, hija de Catherine.
Es un campo maduro, relativamente fácil, no muy largo (cosa comprensible por su edad) y muy, muy agradable de jugar. Un campo con cierto perfil movido, aunque sin pendientes excesivas. Colt aprovecha esta orografía para diseñar alguna gloriosa salida en alto, como en el hoyo 7. No hay demasiados bunkers; hay varios bunkers de hierba, una solución más benigna para el amateur que la arena. La segunda vuelta cuenta con obstáculos de agua aunque no obligan a tiros heroicos; siempre hay una ruta segura que evita el agua. Muchos elementos típicos de su diseño: calles movidas, doglegs, algún tiro ciego, greenes con falsos frentes, pares 3 extraordinarios… Aún así ignoro qué queda de Colt en este campo: el paso del tiempo y los comités suelen desvirtuar bastante el trabajo de los arquitectos.
Cuenta con instalaciones de prácticas para el honrado y honorable golfista: después de pagar en la casa club, te sirves los cubos de bolas que has pagado, sin control de nadie. Sospecho que en algún otro país eso sea sinónimo de bolas gratis… Otra curiosidad es que el caddy master exhibe una colección de insignias de todos los grandes clubes de golf del mundo (y desde mi visita cuenta con una más, la de mi club actual, la RSHECC).
El hoyo 1 es un par 4 totalmente plano de unos 350 metros de longitud. Estamos en un escenario muy similar al hoyo 1 del Old Course de St Andrews: una pradera anchísima que incluye las calles del 1 y del 9 y donde podemos pegar el driver a conciencia. Sólo un par de bunkers planos de calle nos puede molestar. Aquí no habrá colas para buscar bolas. Me parece el hoyo 1 modélico para acelerar un campo.
El hoyo 2 es un par 4 en ascenso ya dentro del bosque a un green elevado y grande. Estamos en pleno bosque, por lo que sólo hay una opción: la calle.
Una entrada a green que me recordó mucho a los greenes de Pedreña o de Sant Cugat, otros campos españoles de Colt: además de un bunker frontal protector, el frente del green es falso y que las bolas cortas caerán como en un tobogán. El green además está dividido por un nervio y con una pendiente constante hacia la entrada que implica putts con caídas francamente emocionantes.
Otra de las señas de identidad de Colt son su serie de pares 3. En este caso, Colt ubica el green en lo alto de una pequeña colina. El tee está en otra colina adyacente, lo que obliga a llegar a green. Otro green con caída constante en toda su superficie.
Después del un par 4 recto, el hoyo 5 es una maravilla de movimiento. Tras una salida semiciega, la calle desciende abruptamente hacia una vaguada. El green está en lo alto de la vaguada por el extremo contrario. El tiro es una maravilla.
Espectacular salida la del hoyo 6 desde lo alto. Un par 5 para masacrar el driver. La calle gira ligeramente hacia la parte izquierda. Un pequeño bunker de calle en la parte derecha de la calle y otro más grande en la derecha del green. El tiro de approach al green tiene su gracia porque la calle desciende hacia el mismo, y hay que botar bastante antes si queremos parar la bola en green.
El hoyo 7 es un par 3 espléndido. Green en alto, con superficie inclinada y escoltado por dos bunkers en la derecha y mucho árbol en la izquierda. Posteriormente el 8 discurre en sentido contrario hacia un green alargado guardado por obstáculo de agua.
Para terminar la primera vuelta, volvemos a la pradera del hoyo 1. Un par 4 sin mayor problema que los dos bunkers en la parte central de la pradera y las mansiones por la parte derecha.
La segunda vuelta es más abierta, más sencilla, menos encerrada entre bosques, quizá con menos carácter que la primera. Tras un par 3 sencillo, el hoyo 11 es un curioso y discutible par 4 con una calle estrechísima que serpentea entre dos colinas. El green está en la parte derecha al fondo.
Un par 3 corto continúa en una zona más abierta. El obstáculo de agua no debería entrar en juego salvo para los que piensen demasiado «no la tires al agua…».
El hoyo 13 nos enfrenta a un par 5 recto y plano como una pista de aterrizaje y con obstáculo de agua por la parte derecha. Varios bunkers salpican el borde izquierdo de la calle. Es un hoyo para atacar el birdie.
Ascendemos a un tee elevado para disfrutar de un grandioso par 3. El pequeño estanque en frente del green seguro que almacena infinidad de bolas. También hay bunkers rodeando el green.
Otra preciosa salida en el 15, un par 4 en ligero dogleg y con calle ligeramente inclinada de derecha a izquierda. El green está guardado por un bunker en pendiente por la parte superior que impide el ataque por ese lado.
El hoyo 16 es el último par 5 del recorrido. Una calle ancha, generosa donde el único problema es el pequeño estanque y arroyo que cruzan la calle antes del green. Este arroyo ofrece un interesante dilema estratégico: ¿intentamos llegar a green de dos o aseguramos el tiro antes del estanque para dejarnos 120 metros?
Cruzamos la carretera para terminar el recorrido en los hoyos 17 y 18, junto al campo de prácticas. Son dos hoyos algo sosos, bonitos pero lejos de la altura de los de la primera vuelta. Enmarcado en las montañas del Pirineo, el 17 es un gran par 4 relativamente largo y con un green pequeño y bien guardado por bunkers y lomas. El 18 nos dibuja un pequeño dogleg hacia la izquierda a un green también pequeño y protegido por pequeñas lomas.
Sede del Lacoste Ladies Open de Francia, Azahara Muñoz acaba de proclamarse campeona por segundo año consecutivo. Un vídeo del resumen con imágenes del campo:
Golf La Moraleja 3 (Madrid)
Aunque todo campo de golf es terreno sagrado, hay campos buenos, regulares… y malos. Pero también hay campos extraordinarios, diseños catedralicios, joyas naturales que son patrimonio cultural de la humanidad y que deberían otorgar los máximos honores a sus creadores. Hoy vemos uno de esos campos elegidos.
El autor del campo que comento hoy, La Moraleja 3, está ya en los altares del mundo del golf. Jack Nicklaus fue un jugador excepcional, ganador de 18 Majors, y ha prolongado su carrera con éxito como diseñador de prestigio. Se ha sabido rodear bien de expertos y es un diseñador reconocido e influyente. Aunque su nombre a veces sea simplemente un reclamo de marketing, cuando veamos un campo Jack Nicklaus Signature, significa que es el propio Nicklaus el que ha pensado el diseño, visitando el campo, supervisado las obras y estampado su firma como autor principal.
El club de golf La Moraleja cuenta con cuatro campos diseñados por Jack Nicklaus Design. Los campos 3 y 4 son muy recientes, están construidos cerca de Algete, en la zona norte de Madrid, muy cerca de la RSHECC y del RACE, y auténtico epicentro golfístico madrileño. Sólo podremos jugar si vamos acompañados de un socio. Sobre una finca plana, atravesada por un arroyo que entra en juego, Nicklaus ha construido colinas, lagos y un routing tremendamente variado, muy estratégico, largo para profesionales (6.830 metros) y muy divertido y agradable de jugar. Un campo que, con sólo dos años de vida, ha aparecido en el ranking de Golf Digest como el segundo mejor campo de España, y creo que de forma más que merecida.
El hoyo uno es un dogleg hacia la derecha. Un drive recto y fuerte se puede salir de la calle, por lo que es preciso intentar ir por encima de los árboles. La calle desciende suavemente hacia el green.
El green está protegido por un gran bunker a la izquierda y otro más pequeño a la derecha. Un green con una notable velocidad, como todos los del campo. Greenes movidos y retadores.
El hoyo 2 es un largo par 5 en ligero dogleg de izquierda a derecha. Un gran bunker a la derecha protege la caída del drive.
Un árbol en medio de la calle puede generar algún problema para el approach a green.
Un green muy pequeño que como se ve está bien escoltado por bunkers ameba y por unas zonas de escapatoria preciosas.
El hoyo 3 es un maravilloso par 4, como se ve en la primera foto del post. Es un precioso par 4 largo y que cuenta con un lago sorprendentemente natural en toda su parte izquierda. La derecha también está bien protegida por el rough y un bunker a la altura de la caída del drive bien pegado. ¿Bola abierta o cerrada? ¿Arriesgando o protegiendo el segundo tiro? Las dudas te asaltan en el tee de salida. El green está bien protegido después por bunkers a la derecha. Gran hoyo de golf.
El hoyo 4 es un par 3 con un green con caídas abundantes. La bandera por la derecha es más sencilla que si está en la izquierda, porque varios bunkers escoltan a este green estrecho.
El siguiente hoyo 5 también plantea dudas desde el tee de salida. Es un par 5 largo, con una salida bien protegida por bunkers. El hoyo gira en un codo hacia la izquierda, a un green descendente.
El segundo tiro es franco y recto, aunque el green tiene su complicación si uno quiere arriesgar. Es un green estrecho y presentado en diagonal 45º con la calle, por lo que hay que estar preciso para alcanzar la bandera. Estando elevado cuenta con escapatorias interesantes por delante y mucho rough por detrás.
Otro par 4 dog-leg hacia la derecha continúa. La salida debe asentarse en la loma para poder tener un tiro claro al green. Como siempre, si queremos acortar, hay que arriesgarse a visitar el green que protege la caída del green por ese lado derecho.
Desde lo alto de la loma tenemos un tiro franco a un green bastante plano y amplio. Sólo un bunker izquierdo protege las banderas esquinadas.
El hoyo 7 es un grandioso par 3 con agua en todo su frente izquierdo. Podemos jugar conservador por la parte derecha, aunque tendremos un tiro más largo. Dos bunkers escoltan a un green pequeño y plano.
También hay agua en toda la parte derecha en el hoyo 8, un par 4 corto. Destaca una calle auténticamente bombardeada por bunkers que exige un drive muy preciso. El green es simplemente espectacular, con amplias escapatorias, dos plataformas y muchos bunkers.
El hoyo 9 es un par 4 donde Nicklaus coloca un bunker en medio de la calle. Nuevamente desde el tee hay que elegir la mejor forma de atacar el hoyo: por la derecha, el pasillo es estrecho y cuenta con un rough temible, pero la entrada al green es más sencilla. Por la izquierda el hoyo se alarga bastante. El green está ligermamente en alto.
La segunda vuelta empieza con un par 4 corto y sencillo. La parte izquierda está llena de bunkers y rough: hay que ir por la derecha. Además tendremos un mejor ataque al green.
Un nuevo par 3 con lago continúa. El tiro es idílico: un green movido recibe atravesado y con un bunker para los muy conservadores. El green cae hacia el agua.
El 12 es un par 4 muy largo, ancho y con un green pequeño. Un gran bunker protege la calle por la derecha.
El hoyo 13 es un par 5 con bunkers por la derecha y agua protegiendo al green por su parte izquierda.
El hoyo 14 regresa hacia la zona más cercana al tee del 1. Es un par 4 eterno, con calle muy ancha y un green elevado al que protege un bunker frontal. Hay dos bunkers en medio de la calle que dan dos vías de ataque: por la derecha más riesgo, por ser una vía más estrecha.
Un nuevo par 5 con agua continúa. Agua por la derecha protege la salida, aunque para llegar al agua hay que pegar un super drive. El agua acompaña a todo el hoyo por la parte derecha, por lo que hay que ser preciso para atacar la bandera en un green movido.
El 16 es un par 3 precioso, largo y con un green con más movimiento que una silla de montar. Impresionantes escapatorias por todos lados.
El 17 es otro par 4 corto con agua, esta vez protegiendo la salida y forzando de nuevo a pensar en la línea más idónea para jugar. La ideal es la que marca el bunker de calle. Más a la izquierda necesitaremos de más potencia para no mojarnos. Un green que recibe cuesta abajo obliga a tener que tirar con un palo lo más corto posible.
Para terminar este campazo, un 18 con árboles espectacular. La calle gira hacia la izquierda por lo que hay que apurar el tiro sin acercarse demasiado a los árboles.
El segundo tiro debe superar una ría y disparar a un green en alto, tremendamente movido.
En definitiva, un gran campo de golf con un mantenimiento exquisito y con un diseño estratégico de primera. Una obra de arte en Madrid. Termino con un video del campo que encontré por la red.
Golf del RACE (Real Automóvil Club de España), Madrid
A principios de año he podido conocer otro campo más del diseñador español Javier Arana: el campo del RACE, enclavado en el norte de Madrid junto al circuito del Jarama e inaugurado en 1967. El campo está muy cerca de la Real Sociedad Hípica Española Club de Campo, en un paisaje de encinas, pinos y algarrobos típico de la dehesa de Madrid. Y aunque ambos campos comparten localización, al jugarlos se entiende bien el trabajo de un diseñador para modelar el paisaje: pese a su orografía común, son totalmente diferentes en su diseño, carácter y jugabilidad.
El RACE exhibe todas las cualidades de los campos de Arana: Es un campo sobrio, sin alardes espectaculares. Aquí no hay greenes en isla, con pianos dobles o escapatorias espectaculares. Tampoco hay trucos escondidos: el campo es noble y los peligros son evidentes. Campo largo, muy largo y desde blancas un reto para pegadores. Cuando se disputó a principios de los 90 el Open de España, se publicitaba como el campo más largo de España (tal honor corresponde hoy al Golf Santander). Las calles son anchas, sin excesivas arrugas, y hay escaso fuera de límites en juego, lo que evita las penosas pérdidas de tiempo de jugadores poco atinados buscando bolas. En definitiva, un paraíso para pegadores. El campo exhibe un routing bien pensado que minimiza los paseos de green a tee. Los greenes son amplios y variados. Arana nos dejó abundantes obstáculos de arena, a veces colocados para despistar ópticamente al jugador y muchos de ellos bordeados por algún árbol cuyas ramas ofrecen protección adicional al green. En este sentido los campos de Arana son campos estratégicos donde hay que atacar al green de una manera determinada. En este campo además encontraremos múltiples ejemplos de árboles en medio de calle o en el antegreen que deberemos esquivar. Como ejemplo: la calle del hoyo 4.
Una característica adicional de este campo es el gran estado de sus greenes. En el RACE se puttea a velocidades altas y las caídas más sutiles. Sin embargo hay que apuntar un exceso notable de piques sin arreglar. También que el ritmo de juego es francamente lento.
El hoyo 1 es un largo y ancho par 5, una auténtica autopista en bajada ideal para calentar motores y que presenta una buena oportunidad de birdie. La salida debería ir por la derecha, ya que la calle cae hacia la izquierda. El green está ligeramente elevado y nos puede causar problemas por su rapidez y su gran tamaño.
El hoyo 2 nos enfrenta a un par 4 también en bajada, aunque ya algunos árboles nos obligan a elegir una ruta adecuada para el driver. Es un par 4 muy largo, y tendremos que sacar lo mejor de nuestro driver para tener un tiro cómodo a green con hierro medio.
Dos bunkers protegen un green redondo y bastante plano, uno de ellos en apariencia cercano pero cuya posición está más alejada de la pista de baile.
Empiezan las dificultades serias: llegamos al hoyo 3, uno de los huesos del campo. Un par 3 durísimo, en subida, y que obliga a un tiro fuerte y colocado a un green pequeño, elevado y bien protegido. Los socios del campo eliminaron un árbol a la entrada del green que obstaculizaba aún más la obtención del par. La foto es tan oscura como nuestras posibilidades de conseguir un buen resultado. No debe deprimir nuestro ánimo firmar un bogey.
El hoyo 4 nos enfrenta a un dogleg ligero de izquierda a derecha, con la calle descendiendo a la izquierda. Un árbol en medio de la calle puede obstaculizar un tiro mal ubicado. El segundo tiro debe evitar irse a la izquierda, ya que el green plano está limitado por un pequeño barranco que nos llevará la bola al tee del 5.
El hoyo 5 es el par 5 más difícil del campo y transcurre en subida, hasta atravesar un arroyo en diagonal. La salida mejor es por la derecha.
El hoyo 6 es el handicap 1 del campo. Un par 4 largo en subida que se juega con el campo de prácticas por la izquierda y un bosque+barranco por la derecha. Hay que pegarle duro para coronar la cuesta y poder tener tiro a un green alargado con dos plataformas.
Los hoyos 7 y 8 son dos pares 4 relativamente cortos y que permiten remontar una vuelta errática. El hoyo 7 nos enfrenta a un par 4 con salida semiciega. Debemos intentar no ir demasiado por la izquierda para poder tener tiro a un green elevado.
El hoyo 8 es un par 4 corto y recto sin demasiados problemas. El segundo tiro debemos hacerlo con un palo más en las manos de lo que pensaríamos, ya que el green está más alto de lo que parece. Esta es la vista panorámica del hoyo 8 desde el tee del 7.
El 9 finaliza la primera vuelta con otro par 3, quizá el más corto de la vuelta, pero otro hueso. Se dispara a un green bien protegido por bunkers. Tomamos un refrigerio en el bar y avanzamos al hoyo 10. La segunda vuelta comienza con un par 4 bastante recto y con árboles en la parte derecha de la calle.
El hoyo 11 nos enfrenta a otro par 5 recto y largo, ideal para pegadores. Calle ancha, cuesta abajo, todo a la vista. Parece una clara oportunidad de birdie. En nuestro partido nadie cogió calle.
Todo lo que baja el hoyo 12 lo sube el 12, un par 4 realmente largo y con un green protegido con mucho bunker y montículos. Posteriormente nos toca disfrutar del hoyo 13, quizá el más bonito del campo. Un par tres en el que hay que volarse un barranco para aterrizar en un green en alto. Precioso green de Arana. Disfrutad de las vistas y apretar el tiro.
El hoyo 14 es otro par 5 en cuesta arriba con una autopista por calle. Como se ve los tees son largos como aeropuertos, y eso permite alargar los hoyos a voluntad.
Otro green en alto bien protegido por bunkers. El green lo recuerdo movido.
Desde aquí tenemos opción de regresar a la casa club o continuar disfrutando de los cuatro últimos hoyos. El Amen Corner del RACE, los hoyos 15, 16 y 17, son realmente buenos. El 15 es un par 4 largo cuesta abajo con calle que cae de derecha a izquierda.
El segundo tiro nos enfrenta a un green fantásticamente protegido por el genio de Arana. En la derecha un árbol cuya copa actúa como bunker aéreo. En la izquierda, un bunker barranco. El nudo en la garganta garantizado.
El 16 es un par 4 largo (otro más), en subida, aunque con calle ancha. Si la distancia no es suficiente problema, Arana nos coloca un bunker y un montículo justo a la entrada de green. Hay que llegar por aire al green.
Como es norma en este arquitecto, el 17 es un par 3. Salida en alto a un green también elevado y protegido por 3 bunkers. Hierro largo o madera para llegar.
El 18 ha sufrido modificaciones sustanciales durante el 2012 que lo han endurecido. Debido a las quejas de un vecino acosado por las bolas de salida, se ha construido un nuevo tee de salida retrasado unos 40 metros. Es un par 4 tremendamente largo y con un tiro a green cuesta arriba bastante complicado, por su tamaño. La fotografía, oscura debido a que terminé la vuelta casi de noche.
Disfruté muchísimo de una vuelta. Un magnífico campo de golf del mejor arquitecto español, al que espero volver ávido de nuevas vueltas.
Real Sociedad Hípica Española Club de Campo (Campo Norte) – Madrid
La R.S.H.E.C.C. es un club privado cuyos orígenes se remontan a 1901. Hoy goza de unas instalaciones espectaculares en San Sebastián de los Reyes, a 26 kilómetros de Madrid, junto al circuito del Jarama. Esta es la zona más interesante de golf en Madrid: muy cerca del club están el recorrido del RACE, de Javier Arana, y los dos nuevos campos 3 y 4 de La Moraleja, firmados por Jack Nicklaus, además del Casino Club de Golf Retamares.
En su ubicación actual, con una base social de 6000 socios y desde la inauguración de los primeros 18 hoyos en 1997, el club no ha parado de crecer: a una casa club modélica con piscina y jardines se han añadido otro recorrido completo, un juguetón campito de 6 pares 3, un muy buen campo de prácticas y zona de approach, un pabellón de eventos, gimnasio, un chalet infantil con una macro zona de juegos, y (naturalmente) una zona hípica completa. Uno de los mejores clubes de golf de España.
Los dos campos de golf son diseño de Robert von Hagge, el mismo arquitecto de los campos del Empordà Forest y Links, así como Crandon en Miami, ya glosados. Comento hoy el campo estrella del club, el recorrido Norte, sede del Open de Madrid de 2007 y el Madrid Masters Golf 2010.
Es un recorrido muy movido, con abundantes colinas, valles y cuestas y con algunos tees más o menos lejos del green precedente, pero que se puede andar perfectamente, en una finca preciosa de encinas. Los greenes suelen estar en plataformas más o menos planas y están protegidos por muchos bunkers. El recorrido Sur es mucho más montañoso, más duro de andar y truquero. Ambos recorridos no son fáciles: es difícil que la bola quede perfectamente nivelada incluso en calle: siempre tienes la bola más alta o más baja que los pies. Y si visitas el rough puedes tener que sacar músculo. Un campo muy divertido y serio.
En el recorrido se han modificado la posición de algunos tees y agrandado otros, de forma que el campo está mucho mejor que hace años.
El hoyo 1 es un par 4, ligero dogleg de izquierda a derecha, donde el tiro es en bajada a un green bien protegido por bunkers. La calle, como casi todas, suele tener forma de glaciar. Mejor el drive por la parte izquierda para tener un tiro más franco.
El hoyo 2 es un par 3 desde alto a un green pequeño, alargado y muy movido. La bandera puede estar detrás de un árbol en la parte derecha. Hay que evitar pasarse de green, el tiro desde los bunkers traseros puede ser muy difícil.
El hoyo 3 es un par cinco fantástico, dogleg de izquierda a derecha. Se puede acortar mucho por el borde derecho si eres pegador, pero si no apuntas bien el rough te espera. En la foto, desde el tee de amarillas, se puede ver la zona del tee de rojas y seniors. Cada hoyo disfruta de un tee de profesionales que francamente, intimida.
Desde la calle del 3 nos enfrentamos a un tiro descendente, con árboles dificultando el tiro, a un green enorme y protegido por bunkers.
El 4 es un par 4 corto; desde el tee contemplamos un bosque de estacas rojas y amarillas: un arroyo serpentea por el medio de la calle. El tiro lógico es por la derecha de este arroyo. El segundo tiro se enfrenta a un green plano y protegido por un pequeño estanque. Un bunker trasero recogerá los tiros conservadores.
El 5 es un par 4 duro. La calle asciende progresivamente y el green está en lo más alto, a la izquierda y es estrecho y protegido también por bunkers. El segundo tiro será ciego al green.
El hoyo 6 es un dog leg en forma de L de derecha a izquierda. Los pegadores suelen disparar ligeramente a green sobrevolando un bunker enorme que hay a la izquierda de la calle. El tiro a green es ciego, por lo que hay que conocer bien la trayectoria. Si uno sale recto, mejor no emplear el driver porque te puedes pasar la calle.
El green, elevado, cuenta con caídas hacia los extremos.
El hoyo 7 es un par 3 relativamente largo, donde destaca un green sin bunkers pero con un piano enorme en el centro. Hay que procurar dejar la bola en la parte del green donde esté la bandera.
El 8 es un par 4 precioso, quizá el más escénico del recorrido. Una salida ciega, mejor por la izquierda, nos deja el tiro a un green elevado, que ha de cruzar una vaguada. El green está, como se ve, bien protegido por bunkers.
El hoyo 9 termina muy cerca de la casa club. Es un par 5 aplatanado, tipo draw, muy largo y donde acortar suele llevar a problemas. La misma calle ondulante, y un tiro a green con muchos bunkers en la parte izquierda. Un hoyo difícil.
Andamos un rato hasta el tee del 10; junto al mismo hay un bar-terraza con servicio express. El 10 es un par 5 precioso, con una salida aparentemente estrecha. A la izquierda está el campo de pares 3, con lo que no conviene escaparse.
Desde el segundo tiro entra en juego un lago que protege bien a un green pequeño, y por el lado contrario, una larga serie de bunkers. Además un árbol entorpece la entrada del green. Aún así no es un hoyo complicado.
En esta foto desde el tee del 11 se puede ver el desnivel descendente y ondulante de la calle del 10. Al fondo, el campo de pares 3.
El 11 es un par 4 recto y también en ligero descenso a otro green protegido por lago. Destaca una encina en medio de la calle que hay que tener en cuenta para poder llegar a green. Por la derecha es peligroso si hay viento a favor, porque puedes llegar al lago.
El 12 es un par 4 relativamente corto de izquierda a derecha. Un green plano y con muchos bunkers a la entrada. Un hoyo que da un respiro.
El 13 es un par 4 más difícil, también dogleg de izquierda a derecha y con un green en descenso. La forma del green en forma de U hizo que, estando en la entrada, tuviera que approchar para llegar a una bandera escondida al fondo.
El 14 es un par 3 tipo isla. El tee estaba antes mucho más a la derecha, pero es ahora cuando el lago entre en juego visualmente desde la salida.
El 15 es un par 4 serio, largo, y difícil, con un segundo tiro precioso a un green elevado y bien protegido (como no) por abundantes bunkers. Cuando estaba jugando este hoyo al hacer estas fotos, cayó una tormenta tremenda. Pero justo este hoyo ha sido el fondo de pantalla en el móvil desde hace años, con una foto que saqué en el año 2010:
El 16 es un par 5 largo de derecha a izquierda. El tee ha sido retrasado para añadir más distancia al hoyo. Se puede superar el bunker de calle o acortar por la parte izquierda, o tirar en línea del camino de forma más conservadora.
En el 17 nos enfrentamos a otro par 3 más o menos largo, y en subida, cruzando un lago. Hay que atacar la bandera.
Para acabar un par 4 precioso, con la casa club al fondo, que disfruta de un precioso tiro a un green enorme y muy movido. Culmina una vuelta divertida, movida y de uno de los mejores recorridos de Madrid.
Empordà Links, Gerona
Segunda prueba de la OMCat en el campo del Empordà Links, día de sol y algo de viento en uno de los mejores campos de España. ¿Un links en Gerona? Pues recuerda mucho, aunque es un tanto especial: tiene el mismo feel de calles onduladas y duras y greenes firmes y movidos que si estuvieras en Dublín, la tramontana cuando sopla añade el grado de sadismo necesario. Pero no es un links: el campo no está cerca del mar; hay agua en forma de 6 lagos que entran mucho en juego, y además no encontrarás pot bunkers, sino grandes bunkers ondulados. Esta es una foto del campo de prácticas y el links desde la habitación de hotel (cortesía de @DBDStaff)
El campo es obra de un artista americano fallecido en 2010, Robert von Hagge. Un diseñador de prestigio que ha firmado más de 250 campos por el mundo: los más cercanos son la RSHECC y el Albatross Course del Golf National de París, sede del Open de Francia y que acogerá la Ryder Cup en 2018. El complejo tiene también un hotel firmado por otro arquitecto prestigioso, Carles Ferrater, que también proyectó la espectacular casa club del Real Club de Golf El Prat.
Las vistas desde prácticamente todos los hoyos están enmarcadas por el Montgrí, el bisbe adormit. En esta foto se puede ver el hotel y al fondo la montaña, desde el green del hoyo 1. También se admiran las montañas nevadas del Pirineo. Una gozada, pero no hay que despistarse con las vistas: el campo es un reto complejo. Casi todos los hoyos son buenos, algunos buenísimos y unos cuantos verdaderas obras maestras.
Es difícil añadir algo a la magnífica crónica de Fu, que leí en su día pero olvidé imprimir. (Así me fue: el campo es duro y me costó una forrada considerable). Sufrí mucho con el drive, en los greenes y sobre todo en los bunkers: en ocasiones densas playas arenosas, en otras son superficies duras sin apenas arena. Añado algunas fotos tomadas con mi teléfono y algunas notas:
Los primeros 9 hoyos son muy variados y duros. Las calles onduladas pueden convertir un buen drive en una mala salida. Si tu bola no va recta y engancha el viento, es imposible encontrarla en el rough. Los greenes son como rocas, no reciben nada y obligan a jugar bolas rodadas que reposen cerca del hoyo.
En el hoyo 2 ya tenemos agua esperando el tiro. Nuestra bola tiene oportunidad doble de bañarse, ya que este lago encierra el green del 4. Para los conservadores del fade, ojo con el rough de la derecha… cuesta un golpe (doy fe).
Destacaría el hoyo 8 (el par 5 handicap 1, sensacional, con una salida tensa para pegadores donde entra en juego el agua, y un recorrido salpicado por bunkers). El hoyo 9 es un par 4 espectacular, con agua rodeando un green muy lejano. El green tiene el mayor piano que recuerdo haber visto en años, un green de dos pisos. La foto no hace justicia al desnivel brutal del piano.
El hoyo 12 es un par cinco maravilloso, bombardeado por bunkers y con un green movidísimo. Una gozada.
Lo que me dejó sin respiración es el green del hoyo 13. Un dog leg ligero a la izquierda y hay que atacar un green en forma de flan que sobresale como una montaña redonda en medio del campo. Sadismo puro. Un tiro complicadísimo, que ejecuté con maestría a bandera, y mi bola acabó 20 metros por detrás fuera de green. Cayó un bogey con sonrisa de oreja a oreja.
El hoyo 14 también cuenta con diversión a raudales: un dogleg a la izquierda y un tiro a un green movidísmo que cae hacia el lago. Si juegas a la izquierda, te espera una recuperación tremenda. Grandísimo hoyo.
El 15 es un poco una boutade de diseñador, un par 3 con un bunker gigante en forma de ameba. Tiene su gracia el dibujo.
El 16 es un hoyo sin sentido en este campo, y que sirve como tarjeta de visita para el campo del Forest. Es como si nos hubiéramos colado en otro campo. Un green rodeado de pinos, y uno de ellos dando la bienvenida en medio de la calle. Un green alargadísmo donde hay mucha música y muchos pianos. Me encantaría ver la bandera al fondo. Creo que desentona enormemente en este campazo.
Después de un par 4 fantástico, con un green en alto bien protegido, te espera un hoyo 18 par 5 buenísimo, con mucha agua y donde el riesgo es recompensado con muchos metros o agua. El green compartido con el 18 del Forest, es una media luna enorme, enmarcada por multitud de bunkers y los apartamentos del complejo.
En definitiva: campazo.