El Robledal Golf (Madrid)
El club de golf El Robledal es un campo situado el término municipal de Villalbilla, a una hora de Madrid. Uno de esos recorridos que generan corrientes de amor / odio entre los golfistas: el campo el barato, es bonito y cuenta con muchos hoyos con salida en alto, aunque nada sencillos. Por ejemplo el hoyo 1 es un par 4 corto con el green rodeado de agua bastante bonito.
En algunos hoyos el paseo de green a tee es muy corto y en otros es de 10 minutos. Quizá sea porque este campo era originalmente de 9 hoyos (se llamaba Valdeaguila). Los 9 hoyos originales son los que hoy son del 8 al 16. Los segundos nueve hoyos son obra de Segalés Golf, el estudio de Francisco López-Segalés, autor de los segundos 9 hoyos de Ulzama. Ha trabajado mucho en Mallorca (Andratx, Santa Ponsa III, Pula Golf…) y ahora diseña en Marruecos. Suyos son los campos de Raimat (Lleida), Coto La Serena (Málaga), Guara (Huesca), Oropesa (Toledo)… No me atrevo a decir si son mejores o peores que los segundos 9. Este es el par 5 hoyo 14, con green en alto.
Creo que al campo le penaliza abusar de muchos tiros ciegos, y hay mucho dogleg traicionero que si no conoces el campo te cuesta algún golpe. Y en demasiadas salidas el azar influye demasiado, buenos tiros con malos botes pueden acabar en barrancos o incluso fuera de límites. Un ejemplo de salida semiciega es la salida en alto del hoy 10, donde se intuye una calle que luego es mucho más grande. A la derecha, el campo de prácticas, y a la izquierda una balsa de agua verde.
Otra salida en alto con mucho riesgo es la del hoyo 15, un par 4 con fuera de límites a ambos lados de la calle.
Y otra salida en alto con riesgo es la del hoyo 2. Hoyo muy bonito pero la calle tiene mucho movimiento por lo que es difícil mantener la bola en la calle.
El Robledal debe su nombre a un pequeño bosque de robles situado en mitad del recorrido. Uno llega al hoyo 6, se pone el el tee y no tiene ni idea de hacia donde tirar, salvo por un poste que indica la dirección de la calle. En la foto no se ve demasiado el poste, pero sí el tiro completamente ciego.
Otro hoyo tremendamente absurdo es el hoyo 11, un par tres plano y ciego, por una preciosa encina que tapa completamente el green. No se trata de cortar la encina, pero sí de ubicar el tee en un sitio donde te permita ver si haces un hoyo en uno. En la foto se ve uno de los bunkers del green a la derecha del mismo.
El hoyo 12, sin embargo, es una preciosidad, con un green en alto y protegido de forma admirable por un bosque.
Otros hoyos tienen el green en alto bien protegido por árboles. Por ejemplo el par 5 hoyo 18.
Incluyo otras fotos del campo. Aconsejaría a los que lo jueguen por primera vez consultar un buen strokesaver. El de Galaxia Golf, por ejemplo, aunque es importante entender dónde están los tees originales.
Golf Olivar de la Hinojosa, Madrid
El Golf Olivar de la Hinojosa está situado en el Campo de las Naciones, muy cerca de la Terminal 4 del Aeropuerto de Madrid. (Viajeros en avión con escala y 6 horas muertas, este es el campo a jugar). Es un campo joven, público y muy frecuentado, como se señala en la casa club con una estadística apabullante: después de 1 millón de rondas de golf introducidas en la app Hole19, el Olivar es el segundo recorrido no americano más usado del mundo después del Trent Park Public GC. En la foto, los olivares, pinos y abetos del green del hoyo 1.
El campo es diseño de José Marín y Pepín Rivero, un veterano jugador ganador de la Ryder en 1985 y 1987. Se trata de un campo relativamente corto, simpático y muy agradecido, ideal para reforzar confianzas y reducir handicaps. Personalmente lo atesoraré siempre en mi memoria porque aquí firmé mi primer resultado por debajo de 80 golpes (un 78, +6 sobre par). Aunque tiene agua y bunkers protegiendo los greenes, no ofrece demasiados problemas al jugador, y esto se agradece. El golf es un deporte para disfrutar; aunque muchos diseñadores entienden que el jugador disfruta cuando sufre, lo que hace feliz son los birdies. Una ronda barata, agradable en un campo bien mantenido y que crecerá con los años.
El hoyo 1 es un par 4 en bajada y girando a la derecha. No es un hoyo largo por lo que se puede pegar fuerte y acortar la curva para tener un approach corto a green.
El hoyo 2 es un par 5 prácticamente recto y plano, con el green ligeramente superior. Una auténtica pista de aterrizaje. El strokesaver nos pide tirar un poco hacia la derecha de salida para poder atacar el green con más comodidad.
Continúa el campo con otro par 4 recto y corto. Unos bunkers de calle pueden estorbar en la salida.
Además de varios bunkers antes del green, un gran bunker rodea al green por su parte derecha. Aunque no es especialmente profundo ni complicado.
El hoyo 4 es un dogleg hacia la derecha. Los pegadores pueden intentar acortar la curva para acortar el hoyo y salvar los bunkers. Un green pequeño y protegido por bunkers nos espera.
Después de un par 3 corto, con un green que cae hacia el fondo, el hoyo 6 es un par 4 en bajada que gira ligeramente a la derecha. Todo este margen es un fuera de límites, por lo que conviene ir por la parte izquierda de la calle.
Continuamos con un par 5 en dogleg hacia la izquierda. La parte exterior del dogleg guarda un bunker por lo que conviene acortar el hoyo. Luego hay que ser preciso para sortear los bunker de la entrada del hoyo.
Nuevo par tres para el hoyo 8. Green protegido por bunkers en la izquierda.
Para terminar la primera vuelta, nos enfrentamos al hoyo más difícil del campo. Ascendemos fuertemente hacia la casa club desde el tee de salida. Destaca el obstáculo de agua en la parte izquierda de la calle, que no se ve desde el tee por el desnivel de la calle pero al que se llega con un buen drive.
La segunda vuelta arranca con un par 4 en ligero dogleg hacia la derecha. Un lago bordea la parte derecha del hoyo.
El hoyo 11 es un par tres con lago, aunque realmente no entra en juego el mismo.
El 12 es un hoyo en forma de platano hacia la derecha, que va rodeando la valla del parque Juan Carlos I.
Después de un nuevo par 3, nos enfrentamos al hoyo 14, un par 4 más difícil que gira en ligero dogleg hacia la derecha.
El 15, sin embargo, es un par 4 corto y alcanzable por el drive, aunque el green está escondido y bien escoltado por bunkers.
Después de un par 4 (hoyo 17) y un par 5 asequible (hoyo 17) el hoyo final tiene la dificultad de un lago protegiendo el green por su parte frontal.
Golf La Moraleja 3 (Madrid)
Aunque todo campo de golf es terreno sagrado, hay campos buenos, regulares… y malos. Pero también hay campos extraordinarios, diseños catedralicios, joyas naturales que son patrimonio cultural de la humanidad y que deberían otorgar los máximos honores a sus creadores. Hoy vemos uno de esos campos elegidos.
El autor del campo que comento hoy, La Moraleja 3, está ya en los altares del mundo del golf. Jack Nicklaus fue un jugador excepcional, ganador de 18 Majors, y ha prolongado su carrera con éxito como diseñador de prestigio. Se ha sabido rodear bien de expertos y es un diseñador reconocido e influyente. Aunque su nombre a veces sea simplemente un reclamo de marketing, cuando veamos un campo Jack Nicklaus Signature, significa que es el propio Nicklaus el que ha pensado el diseño, visitando el campo, supervisado las obras y estampado su firma como autor principal.
El club de golf La Moraleja cuenta con cuatro campos diseñados por Jack Nicklaus Design. Los campos 3 y 4 son muy recientes, están construidos cerca de Algete, en la zona norte de Madrid, muy cerca de la RSHECC y del RACE, y auténtico epicentro golfístico madrileño. Sólo podremos jugar si vamos acompañados de un socio. Sobre una finca plana, atravesada por un arroyo que entra en juego, Nicklaus ha construido colinas, lagos y un routing tremendamente variado, muy estratégico, largo para profesionales (6.830 metros) y muy divertido y agradable de jugar. Un campo que, con sólo dos años de vida, ha aparecido en el ranking de Golf Digest como el segundo mejor campo de España, y creo que de forma más que merecida.
El hoyo uno es un dogleg hacia la derecha. Un drive recto y fuerte se puede salir de la calle, por lo que es preciso intentar ir por encima de los árboles. La calle desciende suavemente hacia el green.
El green está protegido por un gran bunker a la izquierda y otro más pequeño a la derecha. Un green con una notable velocidad, como todos los del campo. Greenes movidos y retadores.
El hoyo 2 es un largo par 5 en ligero dogleg de izquierda a derecha. Un gran bunker a la derecha protege la caída del drive.
Un árbol en medio de la calle puede generar algún problema para el approach a green.
Un green muy pequeño que como se ve está bien escoltado por bunkers ameba y por unas zonas de escapatoria preciosas.
El hoyo 3 es un maravilloso par 4, como se ve en la primera foto del post. Es un precioso par 4 largo y que cuenta con un lago sorprendentemente natural en toda su parte izquierda. La derecha también está bien protegida por el rough y un bunker a la altura de la caída del drive bien pegado. ¿Bola abierta o cerrada? ¿Arriesgando o protegiendo el segundo tiro? Las dudas te asaltan en el tee de salida. El green está bien protegido después por bunkers a la derecha. Gran hoyo de golf.
El hoyo 4 es un par 3 con un green con caídas abundantes. La bandera por la derecha es más sencilla que si está en la izquierda, porque varios bunkers escoltan a este green estrecho.
El siguiente hoyo 5 también plantea dudas desde el tee de salida. Es un par 5 largo, con una salida bien protegida por bunkers. El hoyo gira en un codo hacia la izquierda, a un green descendente.
El segundo tiro es franco y recto, aunque el green tiene su complicación si uno quiere arriesgar. Es un green estrecho y presentado en diagonal 45º con la calle, por lo que hay que estar preciso para alcanzar la bandera. Estando elevado cuenta con escapatorias interesantes por delante y mucho rough por detrás.
Otro par 4 dog-leg hacia la derecha continúa. La salida debe asentarse en la loma para poder tener un tiro claro al green. Como siempre, si queremos acortar, hay que arriesgarse a visitar el green que protege la caída del green por ese lado derecho.
Desde lo alto de la loma tenemos un tiro franco a un green bastante plano y amplio. Sólo un bunker izquierdo protege las banderas esquinadas.
El hoyo 7 es un grandioso par 3 con agua en todo su frente izquierdo. Podemos jugar conservador por la parte derecha, aunque tendremos un tiro más largo. Dos bunkers escoltan a un green pequeño y plano.
También hay agua en toda la parte derecha en el hoyo 8, un par 4 corto. Destaca una calle auténticamente bombardeada por bunkers que exige un drive muy preciso. El green es simplemente espectacular, con amplias escapatorias, dos plataformas y muchos bunkers.
El hoyo 9 es un par 4 donde Nicklaus coloca un bunker en medio de la calle. Nuevamente desde el tee hay que elegir la mejor forma de atacar el hoyo: por la derecha, el pasillo es estrecho y cuenta con un rough temible, pero la entrada al green es más sencilla. Por la izquierda el hoyo se alarga bastante. El green está ligermamente en alto.
La segunda vuelta empieza con un par 4 corto y sencillo. La parte izquierda está llena de bunkers y rough: hay que ir por la derecha. Además tendremos un mejor ataque al green.
Un nuevo par 3 con lago continúa. El tiro es idílico: un green movido recibe atravesado y con un bunker para los muy conservadores. El green cae hacia el agua.
El 12 es un par 4 muy largo, ancho y con un green pequeño. Un gran bunker protege la calle por la derecha.
El hoyo 13 es un par 5 con bunkers por la derecha y agua protegiendo al green por su parte izquierda.
El hoyo 14 regresa hacia la zona más cercana al tee del 1. Es un par 4 eterno, con calle muy ancha y un green elevado al que protege un bunker frontal. Hay dos bunkers en medio de la calle que dan dos vías de ataque: por la derecha más riesgo, por ser una vía más estrecha.
Un nuevo par 5 con agua continúa. Agua por la derecha protege la salida, aunque para llegar al agua hay que pegar un super drive. El agua acompaña a todo el hoyo por la parte derecha, por lo que hay que ser preciso para atacar la bandera en un green movido.
El 16 es un par 3 precioso, largo y con un green con más movimiento que una silla de montar. Impresionantes escapatorias por todos lados.
El 17 es otro par 4 corto con agua, esta vez protegiendo la salida y forzando de nuevo a pensar en la línea más idónea para jugar. La ideal es la que marca el bunker de calle. Más a la izquierda necesitaremos de más potencia para no mojarnos. Un green que recibe cuesta abajo obliga a tener que tirar con un palo lo más corto posible.
Para terminar este campazo, un 18 con árboles espectacular. La calle gira hacia la izquierda por lo que hay que apurar el tiro sin acercarse demasiado a los árboles.
El segundo tiro debe superar una ría y disparar a un green en alto, tremendamente movido.
En definitiva, un gran campo de golf con un mantenimiento exquisito y con un diseño estratégico de primera. Una obra de arte en Madrid. Termino con un video del campo que encontré por la red.
Golf Jardín de Aranjuez (Madrid)
El Golf Jardín de Aranjuez, ubicado a unos 40 minutos de Madrid, es un campo joven que dibuja un routing en forma de ocho para abrazar espacio suficiente para amplias promociones inmobiliarias de dudoso gusto. Un campo subordinado a un proyecto inmobiliario. Las calles suelen ser rectas, el diseño es plano y cómodo de andar. Multitud de lagos bordean sus contornos, por lo que es posible dejarse alguna bola para los buzos. Es un campo nacido en el 2002, en un proyecto empresarial que incluía la construcción de un casino, un proyecto residencial, dotaciones comerciales, y un hotel de cuatro estrellas. Eran épocas de esplendor inmobiliario irracional, y el campo ha sufrido en sus calles tanto la crisis como una gestión discutible, dejando un paisaje algo desangelado y a muchos socios en la estacada. El campo fue abandonado durante algún tiempo y hoy lucha por sobrevivir: los actuales responsables intentan recuperar unas condiciones de juego aceptables con bajo coste, ya que por falta de mantenimiento las calles están en un estado semirústico. Por lo menos el rough está segado, por lo que es jugable. Greenes en estado aceptable y bunkers alternados con amplias waste areas se alternan en los hoyos. En la foto, el green del hoyo 18.
El diseño es obra de Marco Martín, el socio de Blake Stirling en Global Golf, compañía que ha dejado varios diseños en España, entre los cuales está un campo muy notable y que he comentado recientemente (Golf Campo de Layos, en Toledo).
El hoyo 1 es un par 4 recto y plano con un fuera de límites por la parte derecha. Hay que evitar el slice. No tiene mayores problemas, por la anchura de la calle y lo asequible de su distancia al green. Una buena oportunidad de birdie.
El hoyo 2, cruzando la carretera, tiene ya una distancia más complicada, sobre todo si sopla el viento en contra. Fuera de límites a izquierda y derecha pero la calle es ancha. La pendiente de la calle llevará la bola de derecha a izquierda.
Después de un par 3 de 150 metros, el hoyo 4 tiene su interés estratégico porque tanto la calle como el green están rodeados de trampas arenosas.
El hoyo 5 es un dogleg que asciende hacia un green en la parte izquierda. Un bunker de calle nos marca la línea de salida, por su borde izquierdo. Multitud de olivos jóvenes rodean al hoyo. Se puede apreciar el estado del campo (aunque también hay que entender que estamos en el mes de febrero).
Los dos hoyos siguientes cuentan con sendas zonas arenosas (waste areas) que no son bunkers, es decir, en las que se puede apoyar el palo. Esto ahorra zona de riego aunque puede intimidar el tiero de salida. El hoyo 6 tampoco tiene una distancia excesiva por lo que se puede ir tranquilamente por la parte izquierda, sin arriesgar, y tendremos un tiro cómo al green.
El hoyo 7 es mucho más largo (casi 400 metros desde amarillas) y totalmente recto. Hay que sacar la artillería para conseguir distancia y tener un tiro cómodo al green, que está protegido por bunkers por la izquierda.
El hoyo 8 es un estrecho par 4 que cuenta con un obstáculo de agua por la parte derecha. Hay que afinar bien la salida, porque la entrada del green es también ceñida y complicada. El green cuenta con protección de bunkers en su entrada y recibe en diagonal al sentido de juego. La caída de la bola es de izquierda a derecha, por lo que hay que apoyarse por esta parte izquierda.
Por último terminamos la primera vuelta con un hoyo 9 par 5 con una salida recta y franca. El hotel Barceló Aranjuez enmarca la salida. El lago (no visible desde el tee) que bordea a la calle por su parte derecha realmente no entra en juego en el drive de salida.
El segundo tiro está enmarcado por el Casino de Aranjuez, el edificio blanco y feo de la izquierda.
La segunda vuelta comienza con un par 5 bastante asequible, que discurre en ligero dogleg hacia la parte derecha. Es posible llegar al green de dos si conseguimos una buena salida.
Un green alargado y estrecho recibe al hoyo 11, par 3, por lo que se debe elegir el palo con cuidado. Por la derecha, estacas rojas marcan un barranco. Al fondo, el Tajo que nos separa de Aranjuez.
El hoyo 12 resulta difícil de leer desde el tee de salida. La montaña se nos echa encima en el tiro de salida. Es un par 5 que hay que jugar de forma agresiva, por la izquierda, para no tener problemas con el barranco de la derecha.
En el hoyo 13 también es aconsejable evitar el slice e ir por la izquierda, aunque no demasiado para no perder la calle.
Un extraño hoyo 14 continúa el recorrido. El green está oculto en la parte derecha de una calle ascendente, y es un hoyo de 250 metros desde amarillas, por lo que conviene jugar con cabeza, ir a la calle por la parte izquierda en dirección al árbol de la misma, para tener un tiro cómod a green. Un green, por otra parte, complicado por sus pianos.
El siguiente hoyo es un hueso tremendo. La salida debe ser recta y fuerte para evitar los fuera de límites a ambos lados de la calle. La parte derecha es especialmente complicada por un barranco. Luego tendremos que ser agresivos para atacar el green para evitar el bunker frontal que lo protege. Con viento en contra es un hoyo duro.
El hoyo 16 es quizá el mejor del campo. El recorrido de la calle es un dogleg de izquierda a derecha y un lago enorme acompaña al hoyo por toda su parte izquierda. Por tanto es aconsejable apoyarse en todo momento por la parte derecha.
El 17 es un par 3 donde también vemos un lago que no entra en juego en absoluto. 142 metros desde amarillas a un green al que protegen dos bunkers traseros.
Para terminar, un largo par 4 con fuera de límites inicial por la derecha. Si pegamos fuerte por la izquierda podremos llegar al lago. El tiro a green es interesante, con la protección del lago un de un bunker en la parte izquierda del green.
Golf Santander, Boadilla del Monte (Madrid)
En la Ciudad Financiera del Banco Santander, en Boadilla, el banco construyó junto a sus oficinas centrales un campo de golf de 18 hoyos y par 72. Diseñado por el arquitecto Rees Jones, hijo de Robert Trent Jones, el campo es especial porque desde sus barras negras el jugador se enfrenta a 6.855 metros de campo, lo que significa que es el recorrido más largo de España.
Para ser un campo reciente, el recorrido aparenta madurez: se nota que el banco no reparó en gastos en construir un recorrido de primer nivel: amplios movimientos de tierra producen greenes y calles onduladas; leo que se instaló un moderno sistema de drenaje y riego (las bocas de riego marcan las distancias a frente de green y hay muchísimas); cada hoyo cuenta con muchos tees de salida muy grandes, bunkers maravillosamente contorneados y multitud de árboles y plantas que bordean sus calles. La casa club es impresionante, los vestuarios excelentes, la tienda bien surtida y las instalaciones de práctica son sensacionales. El servicio es de primera: desde la recepción, donde te recogen palos y dan carro eléctrico de cortesía, hasta el mantenimiento impecable, con greenes rápidos y bunkers perfectos. El campo parece poco usado (supongo que porque entre semana se juega poco). No es un destino de golf habitual entre los aficionados de Madrid, cosa extraña porque es un campo que alberga muchos torneos asequibles en precio. Aún así no parece que el recorrido haya acogido torneos profesionales relevantes para los que está destinado.
Cada hoyo cuenta con 6 enormes tees de salida diferentes. Jugué el campo desde amarillas hace algunos años y sufrí una longitud abrumadora. Con buen criterio, los responsables del campo han puesto las barras amarillas donde antes estaban las azules, y esto concede algo de respiro al jugador. Aún así es un desafío de golf de primer nivel: sigue siendo largo (en especial dos hoyos tremendos); los greenes están casi todos elevados y sin zonas de escapatoria; hay muchísimos bunkers, profundos, de los que penalizan, escoltando las calles y los greenes; se juegan bastantes hoyos con agua, que entra en juego, y algún fuera de límites. Eso sí: si algo no se le puede achacar a Rees Jones es que sea un campo injusto: desde los tees, casi siempre elevados, se ven claramente los peligros que acechan en cada hoyo. Prácticamente desde todos los tees se puede incluso ver el green. Salvo dos hoyos con doglegs, el resto son hoyos rectos (lo cual al final resulta algo monótono). Y los greenes, aunque tengan caídas, no son himalayas. En la foto, el green del 7.
El hoyo 1 es un par 5 de casi 500 metros y en ligera cuesta arriba para empezar. Unos bunkers en la derecha penalizan el slice aunque protegen al jugador del fuera de límites que bordea al campo por ese lado. Cuando nos aproximemos al green, veremos varios bunkers protegiendo la entrada. Hay un efecto óptico interesante: el bunker de la izquierda no está junto al green sino que descansa muchos metros antes. Esto nos permite poder ir más seguros por este lado.
El hoyo 2 es el primer par 4 largo: 400 metros a un green enorme que destaca por la protección dos bunkers en la parte izquierda: uno de calle y otro que cerca el green.
El siguiente hoyo es un par 3 de un tamaño respetable. Si la bandera está al fondo del green, desde negras tendremos 235 metros, y desde amarillas algo menos de 200 metros. Profundos y cavernosos bunkers nos aguardan en los costados del green.
El hoyo 4 une a su considerable distancia el hecho de que el green está cuesta arriba. Hay que pegar dos buenos golpes y no ser excesivamente ambicioso para acortar por la calle porque el bunker de la parte izquierda nos amenaza.
Después de este hueso nos enfrentamos a un par 5 bastante más asequible. Nuevamente recto, tres buenos golpes que eviten los bunkers nos llevarán la bola a green. Hay que volar el bunker de calle que hay a la derecha para tener oportunidad de birdie.
El hoyo 6 es el handicap 18 del campo: un par 4 corto, de 290 metros desde amarillas, pero que conviene respetar. El green está en una plataforma superior y no es muy ancho, por lo que hemos de precisar nuestro pitch para no visitar los bunkers tremendos que lo escoltan por delante.
El segundo par 3 del recorrido es un precioso tiro a un green alargado y protegido por agua frontal y un bunker enorme al fondo. El tee está ligeramente en alto por lo que no conviene ir demasiado largo de palo para no pasarse.
El hoyo 8 ofrece un respiro al jugador después del baño. Se trata de un par 4 recto, con un único bunker protegiendo la calle por su parte derecha.
Para terminar la primera vuelta, el hoyo 9 es un ligero dogleg hacia la izquierda. Destaca un inmenso bunker profundo que amenaza al jugador por la parte izquierda y que tendremos que volar para llegar a green. Aunque por la derecha no iremos seguros: una ría discurre paralela a la calle. Nuevamente ligeramente en subida hacia un green pequeño y elevado.
El hoyo 10 que inaugura la primera vuelta es un hueso terrorífico que lo tiene todo para amenazarnos. Es un par 4 muy largo (de casi 400 metros desde amarillas), en ascenso continuo. La salida nos amenaza con una ría que discurre por la parte derecha y cruza la calle entrando claramente en juego en la caída del drive. Si somos cañoneros y tenemos confianza podemos intentar cruzarla, pero para los mortales nos quedará un segundo tiro larguísimo con madera a un green que está escoltado por bunkers. Un gran hoyo de golf.
El siguiente hoyo es un par 3 diseñado para castigar a los que cierran la bola en exceso. Un par 3 de distancia media y con un lago enorme en la izquierda que puede ser necesario volar si queremos arriesgar la bandera. Los más miedosos se las verán con otro precioso bunker profundo.
Llegamos al 12, un monstruoso par 5 que desde negras luce la escalofriante distancia de 612 metros. Desde el tee la impresión es aterradora: fuera de límites y unos bunkers feroces por la derecha, agua por la izquierda. Una calle que se ve estrecha como un pasillo.
Si conseguimos salir bien y pegar un buen segundo golpe, nos recibe un green en alto y con un aluvión de bunkers pequeños que protegen su entrada. Aquí sólo vale un buen approach desde las nubes al green. Sadismo del diseñador en estado puro.
El siguiente hoyo nos ofrece un par 4 más corto y asequible a un green enorme, aunque protegido por agua en la derecha y bunkers en la izquierda. Los bunkers de calle también nos pueden causar problemas. No hay que relajarse.
El 14 es un par 4 recto también que comparte su bunker de calle con el hoyo 9. El green es pequeño y está bien protegido por bunkers.
El 15 es el primer dogleg del recorrido, un par 4 que gira hacia la parte derecha. Un buen drive por la parte derecha nos dejará un tiro asequible a un green en alto y de nuevo amenazado por profundos obstáculos de arena.
El siguiente hoyo nos enfrenta a una salida también bien protegida por bunkers. El segundo tiro cuesta arriba no será fácil porque no tenemos clara la forma y profundida del green. El green tiene caída desde atrás hacia delante, por lo que recibirá correctamente.
Otro par 3 en isla para casi terminar la vuelta. No es un tiro difícil porque no es excesivamente largo y el green es generoso. Lo normal es que nos pasemos de palo, pero nos tocará negociar un putt cuesta abajo.
Para terminar el recorrido nos enfrentamos a un par 5 que no es especialmente difícil, salvo que queramos arriesgar a la hora de alcanzar el green. Desde una salida en alto el mayor peligro inicial son los dos bunkers de calle. Un lago protege la entrada del green por su parte izquierda. Por la derecha la propia ladera del monte, con un rough generoso, nos llevará la bola hacia la calle.