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Los mejores hoyos del Open Championship

13 de julio de 2015 Deja un comentario

Hace tiempo Canal+ Golf emitió una conversación entre Padraig Harrington y Colin Montgomery debatiendo una cuestión interesante: de las nueve sedes del Open Championship que hoy existen, ¿cual sería el mejor recorrido posible? La conversación en esencia es un debate animado e inteligente entre dos amantes de los links sobre lo que debe ser un gran hoyo de golf, salpicado con los golpes más recordados de la historia reciente de los Open Championships. A pesar de lo poco queridos que son ambos golfistas, estamos ante un gran reportaje. Se puede ver (en inglés) aquí:

Recordemos que el Open Championship es el Major más antiguo y siempre se juega en un links tradicional. Actualmente se rota entre 9 campos diferentes, aunque parece que Royal Portrush puede entrar en la rotación en el futuro. Las sedes del Open son:

  1. Old Course de St Andrews Links, la cuna del golf, y la sede más empleada, ya que acoge el torneo cada 5 años (en los años que acaban en 0 y en 5)
  2. Carnoustie, el campo más difícil de la rotación, según los cálculos de Monty por dos golpes. Un campo extraordinario, quizá el que menos preparación requiere para acoger el torneo: no es preciso dejar crecer el rough para intimidar a los jugadores.
  3. Muirfield, sede de la Honorable Sociedad de golfistas de Edimburgo. Un campo sólido, serio, duro. Un gran test de golf. Phil Mickelson se proclamó allí Golfista del Año en 2013.
  4. Royal St George’s, el links más tradicional.
  5. Turnberry Ailsa Course (ahora Trump Turnberry); el campo con más personalidad de los 9, sin duda el más reconocible.
  6. Royal Troon. Otro campo duro. Todd Hamilton fue el último ganador en 2004
  7. Royal Lytham & St Annes, sede de la primera victoria de Seve en el Open.
  8. Royal Birkdale
  9. Royal Liverpool, la sede del Open Championship 2014.

Algunos de los hoyos seleccionados fueron:

Hoyo 1: El primero del Old Course de St Andrews. Golfísticamente es un hoyo simple y absurdo: una enorme pradera que se extiende suavemente hasta el green, con un único obstáculo: un pequeño canal serpenteante 20 metros antes del green. Pero no existe en el mundo un escenario comparable: la salida es una estupenda inyección de adrenalina. Se comentan también como grandes hoyos iniciales el hoyo 1 de Royal Birkdale o el inaugural de Royal St George’s, hoyo en el cual Tiger Woods cometió un triple bogey en la última jornada del Open Championship, torneo que al final ganó Ben Curtis en 2003 con un golpe de ventaja sobre Tiger.

Hole 1 St Andrews

Hoyo 2: Royal Birkdale o Carnoustie. Ambos son dos grandes hoyos de golf, dos ejemplos de lo buenos que pueden ser los links. Birkdale es un dog leg ligero a la izquierda que deja un segundo tiro espectacular a un green protegido por muchos bunkers, y que siempre se juega con viento cruzado. Royal Birkdale Golf Club-The Open 2008 venue

El hoyo 2 de Carnoustie, aunque no es el mejor de este impresionante campo, es un fantástico par 4. El ligero dogleg hacia la derecha cuenta con hasta 9 pot bunkers en los laterales de la calle. Si conseguimos esquivarlos, tenemos un tiro a un green que mide más de 50 metros de largo y donde la posición de bandera es crucial para escoger el palo correcto. Esta es la vista desde detrás del green.

hole 2 carnoustie

Hoyo 3: Aunque se menciona el hoyo 3 de Royal Liverpool, como un gran hoyo de riesgo-recompensa, (los birdies sólo se consiguen si eres agresivo), la cosa está clara. El hoy 3 de Carnoustie es una obra de arte de las que te obligan a pensar desde el tee de salida. Hoyo bastante corto, el Jockie’s Burn cruza la calle justo por delante del green y varios bunkers también pueblan su superficie. Los jugadores suelen salir con un hierro corto para asegurar la calle y tratar de dejarla junto a la bandera en este green fantástico.

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Hoyo 4: Old Course de St Andrews. Despúes de tres hoyos relativamente amables, aquí empieza la vuelta de verdad en este campo. El par 4 más largo del recorrido. Una salida con driver difícil. El segundo tiro requiere jugar con cabeza para no liarse, sin jugársela demasiado. El green comparte superficie con el 14. Otro candidato es el 4 de Turnberry, un par 3 precioso, tradicional y que precisa de un tiro a green para evitar problemas: un bunker y una densa zona de rough en la parte derecha. El hoyo 4 es una copia del hoyo 8 de Royal Troon, el «Sello de Correos», o «Postage Stamp».

Turnberry, 8

Hoyo 5: El par 4 de Carnoustie gana. Un dogleg hacia la derecha que se puede jugar de muchas maneras, pero siempre evitando un sinfín de bunkers.

Carnoustie-Hole-5-Approach

Hoyo 6: el gran par 5 de Carnoustie. Un dramático par 5, en el que una de cada 10 bolas se van fuera de límites. Un hoyo para sobrevivir. El nombre del «Hogan’s Alley» (Callejón de Hogan) se debe a que en las cuatro vueltas del Open de 1953 Ben Hogan escogió la línea entre los bunkers de calle y el fuera de límites de la izquierda.

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Hoyo 7: El 7 de Royal Birkdale. Parece un par 3 normal, un tiro con un hierro 5. Pero causa un montón de problemas desde un tee levantado con viento cruzado. Rodeando al green hay 7 bunkers, uno de ellos en forma de anillo, y donde caer es una desgracia enorme. Otro magnífico hoyo 7 es el de Royal Lytham & St Annes.

Royal Birkdale Golf Club-The Open 2008 venue

Hoyo 8: El famoso «Sello de Correos» de Royal Troon. El apodo está dado por el tamaño del green. Es un tiro muy corto, de 113 metros, pero como falles un metro por la derecha o por la izquierda estás muerto. Hay un festival de bunkers enanos donde además la bola se quedará muy pegada al talud. El gran Gene Sarazen hizo un hoyo en uno en 1973, nada menos que con 70 años.

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Hoyo 9: El par 4 de Turnberry, quizá de los más fotografiados del campo. La salida es especial, ya que el tee de salida está literalmente sobre el mar y muy aislado. El tiro es muy intimidante, aunque no es difícil.

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Hoyo 10 de Muirfield: Un serio par 4. La calle y el green están bien protegidos por bunkers a la derecha, donde el viento se lleva la bola. Los dos bunkers del centro de la calle no están a distancia, pero obstaculizan la visión del green. Hay que tirar largo y recto.  Otro candidato: el hoyo 10 de Turnberry.

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Hoyo 11: Se discute entre el 11 de Carnoustie (un maravilloso par 4, largo y con muchos bunkers en la calle y sobre todo cercando el green),  y el de Royal Troon. Al final resulta ganador este hoyo tradicional de Troon. Una salida semiciega con fuera de límites por la derecha (el ferrocarril a Prestwick, tan clásico del paisaje de los links) y donde hay que sobrevolar un océano de tojos. Hoyo muy serio y muy duro. Jack Nicklaus hizo 10 golpes en el Open de 1962.

Hoyo 12: Un muy atractivo par 3 de Royal Birkdale. No es muy largo pero puede hacer que el green parezca muy pequeño. Y el tiro está amenazado por bunkers profundos y mucho rough protegiendo el green. Es uno de los mas duros del recorrido, quizá de toda la rotación del Open. Un green natural, parece que no ha sido diseñado; nació así. Casi no se ve la bandera, si se pone en la parte derecha del green. Monty habla de que es casi un dogleg; tienes que hacer un fuerte fade para llegar al objetivo. Es un hoyo crucial. Si fallas el tiro de salida, el bogey está asegurado.

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Hoyo 13: Seguimos en el campo inglés de Royal Birkdale. Harrington elige este par 4, clave en su victoria del 2008. Es clave la salida, y más con los bunkers que hay en la zona de drive. Jugar corto tiene el inconveniente de que te queda un hierro muy largo.

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Hoyo 14: El elegido es el par 5 del Old Course en St Andrews. Es un par 5 larguísimo, de más de 600 yardas. Hay unos bunkers en la izquierda, los «Beardies», que son horribles, donde es posible que para salir uno tenga que tirar hacia atrás. Y por supuesto está el famoso «Hell» Bunker, una especie de cráter monstruoso que yace en medio de la calle. También tenemos un fuera de límites por la derecha.

stroke_saver_15Hoyo 15: Casi al final del recorrido de Royal St Georges encontramos este par 4 serio y duro. No es un hoyo que pueda ocasionar una catástrofe pero es difícil. La calle esta repleta de bunkers y es necesario usar el driver porque el green tiene mucho peligro. También se mencionan los últimos 4 hoyos de Royal Lytham, hoyos tremendos que fueron testigos de la debacle de Adam Scott en el Open del 2012, donde hizo bogeys en los 4 últimos hoyos para darle la victoria a Ernie Els.

Hoyo 16: No se olvida la bestia abominable de Carnoustie: un par 3 eterno, de 200 metros, y con viento. Casi es un par 3,5. En realidad los tres últimos hoyos de este campo son brutales, con el Barry Burn serpenteando para causar destrozos. Se recuerda también el hoyo 16 de Lytham, donde Seve se fue a un parking en 1979.

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Hoyo 17: No hay duda: el «Road Hole» de St Andrews. Difícil, intimidante, divertido, histórico. Muchas cosas extravagantes en este hoyo: un tiro ciego que sobrevuela un hotel, una carretera pegada al green, un bunker, el bunker. Quizá el mejor segundo tiro del golf, un hierro largo a un green difícil por ese bunker tan famoso.

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Hoyo 18: Pese a lo icónico del 18 de St Andrews y su valle del pecado, o los hoyos finales en Royal Troon o en Royal Lytham, se elige como mejor hoyo final de la rotación el 18 de Muirfield. Hoyo sólido, difícil, recto, con bunkers en la calle.

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Los cambios en el Ailsa Course de Trump Turnberry

3 de May de 2015 3 comentarios

Donald Trump es un empresario millonario norteamericano algo extravagante que hizo su fortuna en negocios inmobiliarios. Desde hace tiempo está apostando por el golf de calidad. Hace poco nos hacíamos eco del Trump Golf Links at Ferry Point, su nuevo campo en Nueva York. Hoy comentamos los cambios que va a realizar en el campo de Ailsa de Turnberry (ahora Trump Turberry), sede de 4 Open Championships (el último, el de 2009, el Open de Tom Watson… que ganó Stewart Cink). Trump compró el hotel y el campo en 2014.

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El campo data de 1906 y es diseño de Willie Fernie. Después de las dos Guerras Mundiales, donde se construyó una pista de aterrizaje sobre sus calles, Philip Mackenzie Ross reconstruyó el campo en 1951.

El arquitecto inglés Martin Ebert, de la firma Mackenzie & Ebert, será el encargado de la transformación. Ambos arquitectos británicos (MacKenzie es escocés), se les conoce por su trabajo en los grandes campos del Open Championship, los “museos del golf” los llama MacKenzie. Discípulos de Donald Steel, con quien trabajaron hasta formar esta compañía, son arquitectos que conocen bien a los clásicos y que han tenido el honor y la responsabilidad de rediseñar las “Monas Lisas” del golf.  Los cambios comenzarán en verano después del Open Championship femenino. El campo se cerrará en septiembre y se reabrirá en Junio de 2016.

Según Trump, los objetivos son retener el routing del campo, pero enfatizando las vistas espectaculares sobre la costa. Para ello se construirán 9 greenes completamente nuevos, que intentarán tener algo más de movimiento pero sin desentonar respecto del resto. Se trata de intentar tener más posiciones de bandera. Este video imprescindible resume todos los cambios.

En resumen son:

  • El hoyo 1 será alargado con nuevos tees y un nuevo green.
  • El hoyo 4, par 3, también verá un nuevo green.
  • El hoyo 5 contará con nuevos tees de salida y green nuevo, y se jugará como un par 5 para los amateurs y como un par 4 para los profesionales.
  • El hoyo 6, un largo par 3, será acortado con un nuevo green ubicado contra un fuerte desnivel de dunas. El tee se pondrá en el borde de las dunas, sobre la playa. Ebert explicó que no tenía sentido tener dos pares 3 tan largos (más de 200 metros) y tan juntos (ya que el 9 será también un largo par 3). Según Ebert se va a construir uno de los mejores pares 3 del mundo. Como dice el video, Tunberry tendrá un «Postage Stamp», un «sello de correos» en referencia al hoyo corto de Royal Troon.
  • El hoyo 9, par 4, será transformado, como decía, por un par 3 largo. Se mantiene el carry sobre los acantilados y el océano. El green estará más cerca del famoso faro, el punto central del campo e imagen icónica del mismo.

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  • El hoyo 10, par 4, que ya vio cómo Ebert construyó un nuevo tee para profesionales que se estrenó en el Open del 2009, verá este tee todavía más retrasado y se convertirá en un par 5. El green se moverá hacia atrás donde está el green del hoyo 11, teniendo el mar en los dos lados.
  • El 11 también se jugará como un nuevo par 3 entre la costa.
  • El hoyo 14 tendrá un nuevo green con vistas al mar, ubicado donde hoy está la calle del 9.
  • El hoyo 17 tendrá un nuevo green y se convertirá en un par 4.

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  • Y para terminar el 18, denominado «Duel in the Sun» por la pelea entre Tom Watson y Jack Nicklaus en el Open de 1977, será alargado y convertido en un hoyo más recto, con nuevos tees desde lel banco de dunas. Antes era un dogleg donde los espectadores no veían a los jugadores hasta que llegaban a la esquina del dogleg. Ahora todo el hoyo se verá desde el tee, y el tiro de salida será mucho más estratégico, dando opciones de jugar corto desde el tee y tener un segundo tiro largo, o arriesgar con el driver para tener un approach corto.

¿Es razonable intentar mejorar una obra maestra? ¿Los cambios destruirán el encanto del campo? Esperamos ver pronto el resultado.

Seve, la película

12 de noviembre de 2014 Deja un comentario

La historia del campeón fallecido y elevado a la categoría de mito es una fórmula que funciona en cine: recuerdo un documental reciente sobre Ayrton Senna. Quizá por ello hay que aplaudir la astucia del productor británico Stephen Evans para haber realizado esta película, que acabo de ver (en iTunes UK). Digo película aunque más bien estamos ante un documental híbrido donde se combinan imágenes reales de las victorias de Seve en los Open Championships, en el Masters de Augusta (primer europeo que lo consiguió) y en la Ryder Cup, con un relato guionizado de la infancia y juventud de Seve en su Pedreña natal, y cómo aprendió a jugar en la playa con un hierro 3 fabricado por él mismo empleando piedras por bolas. Es un montaje muy bien hecho, emocionante,  y el propio Seve aporta, en voz en off y a través de muchas entrevistas, su visión sobre su vida, su familia, su determinación inquebrantables, su toque mágico, sus habilidades como club maker, sus eternas sesiones de práctica. Varias leyendas golfísticas agrandan su figura con sus recuerdos y opiniones, hablando del mago, del artista, del ganador y (en menor medida) de su faceta más polémica como agitador permanente y enfurruñado.

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La primera parte de la película, de una longitud algo excesiva, aporta una visión muy edulcorada y algo tramposa de su infancia. Rodada en español, se ve con interés porque está bendecida por vistosas imágenes de la costa cántabra, (tan escasa en campos de golf), del pueblo y del precioso campo de golf de Pedreña. Y sobre todo por la presencia del debutante José Luis Gutierrez, un chaval de extraordinario parecido físico con Seve, con el acento ideal y que además luce un swing poderoso y muy similar al del campeón. El niño transmite con acierto su enorme carisma y su ambición sin límites. Otros personajes reales que vemos en la ficción: su familia, su maestra, el doctor Santiago Ortiz de la Torre, con quien debuta como caddie con 9 años y hasta Jaime Botín, el hermano del recientemente fallecido Emilio Botín, ambos expresidentes del club de golf, en un famoso partido con Eduardo de la Riva al que Seve batió con 13 años. Quizá echo en falta a Ramón Sota, su tío, que fue quien probablemente le metió el virus del golf en el cuerpo.

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Pero lo realmente poderoso de la película llega al final. Es difícil no sentir un nudo en la garganta con una escena que, al menos yo, no había visto nunca en Canal Plus Golf. Ya con Seve retirado y enfermo, se muestra la entrega del BBC Life Achievement Award, con un auditorio (inglés, donde Seve era más popular y más querido) puesto en pie, y presentado con elegancia por José María Olazábal. Fuera de esa emisión oficial, la cinta muestra el minuto posterior a la entrega: ambos campeones se abrazan en un momento sincero y emocionante que es oro puro. Y para añadir fuego a la caldera, las imágenes del milagro de Medinah nos devuelven la magia infinita de esa tarde memorable en la historia del deporte mundial.

En definitiva, y a pesar de sus defectos, estas es una película que cualquier lector de este blog no debe perderse. Aquí un trailer.

 

 

Hoyos clásicos: El hoyo Alps

21 de May de 2014 4 comentarios

Empiezo hoy una serie sobre hoyos clásicos, hoyos famosos, admirados e imitados. Los mejores hoyos de golf del mundo.

El hoyo original Alps es actualmente el hoyo 17 del campo escocés de Prestwick, aunque originalmente era el hoyo 2 del campo donde se jugó el primer Open Championship en 1860. He hablado de Prestwick cuando escribí sobre el mítico Old Tom Morris. Fue en Prestwick también donde se descubrió una técnica vital para que las bolas se deslicen por los greenes como si fueran moquetas, como conté en este post.

Estamos ante un par 4 con un segundo tiro ciego a un green que se oculta detrás de una duna gigante llamada Alps. La calle es estrecha y recta, y requiere un gran tiro para atacar al green de dos y así evitar un bunker frontal, el famoso bunker Sahara, cuyo nombre da idea de su tamaño. Un tiro que puede que sea contra el viento contra un green ciego y frente a un bunker que también es ciego, ya que queda tapado por la loma. Y sin embargo este hoyo es uno de los más renombrados del mundo. Normalmente hay que ver la posición de la bandera desde el tee de salida. El green tiene un montón de caídas, por lo que resulta sumamente interesante para golpes de approach.

Desde Google Maps se ve muy bien la tipología del hoyo y la posición del bunker, aunque no se aprecia la pendiente que tiene el acceso a esta duna.

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Otras fotos dan fe del tamaño del bunker Sahara. Por ejemplo, ésta de un interesante bloguero escocés:

Prestwick Golf Club - 3 June 2010 023

De los otros hoyos Alps famosos que se pueden encontrar por el mundo, el más famoso es el hoyo 3 del National Golf Links of America. Diseñado por el gran arquitecto clásico Charles Blair MacDonald y su colega Seth Raynor, este es un campo privado abierto en 1908 y ubicado en el estado de Nueva York, que recoge muchos de los clásicos hoyos-tipo británicos. Este hoyo, para muchos, supera al original. Cuenta con una calle que recibe en diagonal y obliga a un approach ciego a un green tremendamente movido, ubicado en línea del bunker de la loma. Este artículo cuenta muchas cosas de este hoyo.

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Otros Alps:

  • El hoyo 13 (en el Open, normalmente se juega como hoyo 11) de Royal Liverpool Golf Club Hoylake, sede del Open Championship 2014. En este caso el hoyo es un par 3 a un green semiciego, el par 3 más difícil de la vuelta, ya que el viento puede azotar de lo lindo y son casi 200 yardas.

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  • El hoyo 2 del campo sur de Magnolia Creek Golf Links, en Texas. Una especie de links irlandés diseñado por Thomas E. Clark.
  • El hoyo 6 del Tamarack Country Club, en Connecticut, diseño de Charles Banks de 1929, un arquitecto que trabajó con el referido C. B. MacDonald.
  • El hoyo 6 de Black Creek, en Tennessee, un diseño moderno de 1999, firmado por Brian Silva, que es un homenaje declarado a los grandes arquitectos clásicos de la edad de oro (McDonald, Raynor…). En este caso el hoyo es un par 5.

¿Alguien conoce más ejemplos?

La renovación del Old Course de St Andrews

19 de diciembre de 2012 Deja un comentario

St Andrews Links anunció recientemente una de las renovaciones más polémicas de la historia del golf, la del Old Course de St. Andrews, en preparación del Open del 2015. El rediseño, obra del arquitecto Martin Hawtree, se realizan en dos fases. Una primera fase, en diciembre de 2012, modificará los hoyos 2, 7, 11 y 17. La segunda renovación, en diciembre de 2013, afectará a los hoyos 3, 4, 6, 9 y 15. Los cambios han sido aprobados por el St Andrews Links Trustees and Links Management Committee (los «dueños» del campo) y el The R&A Championship Committee (el comité del R&A que organiza el Open Championship).

Esto es lo que dice la Real Academia de la Lengua al respecto.

sagrado, da.   (Del lat. sacrātus).

Digno de veneración y respeto. (Cualquier campo de golf lo es. Sobre estos terrenos se jugaba a golf antes de que se inventara el whisky).

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Inmodificable. «Sus costumbres son sagradas».  (Nada más que añadir)

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Entre los antiguos, sobrehumano. (Y el hoyo 17 lo es)

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( Las fotos de las obras, de aquí)

Los recortes en Callaway

29 de julio de 2012 Deja un comentario

Los recortes también llegan a Callaway.

He leído en Golf Digest una entrevista al consejero delegado de Callaway donde explica los recortes que ha impulsado en la compañía.

En un post anterior hablé de los números de Callaway y de la necesidad de variar el rumbo económico de la compañía. La compañía facturó en 2011 886 millones de dólares y perdió 172 millones. Chip Brewer llegó a Callaway en marzo.

Se han despedido a 250 trabajadores, un 12% de los cerca de 2.500 empleados que tenía Callaway, la mayoría en puestos corporativos. También se recortan 52 millones de dólares en gastos, en todas las divisiones, incluída la de I+D, la joya de la corona de Callaway.

Brewer señala que si han sorprendido a alguien, es que no sabía donde estaba. La verdad es que Callaway ha sido una empresa con más grasa que sus competidores (por dólar vendido). La empresa ha adelgazado en los últimos meses (Top Flite, ropa, el negocio de zapatos o Ben Hogan han sido vendidos) así que había espacio para recortar sobre todo en el área corporativa. Aún así habla de que no esperaba hacer recortes tan importantes. También dice que los despidos son dolorosos, pero necesarios. Y sobre todo incide mucho en la idea de la Callaway del futuro y de las ganas y pasión de los empleados por volver a la senda del éxito.

Los comentarios de la gente a la noticia son muy similares a los que se escuchan por otros recortes recientes: para algunos son hipócritas e injustos, para otros necesarios para no hundir la compañía definitivamente. Lo que es claro es que la empresa se juega su existencia futura en estos próximos años.

Una buena noticia: El Golfista Campeón del Año es un embajador de Callaway. Mr. Theodore Ernest Els. Su bolsa es Callaway / Odyssey.

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Sobre la polémica de los putters largos

21 de julio de 2012 5 comentarios

Resulta difícil entender que los putters largos (los belly putters o putters escoba) sean legales. La longitud de los palos sigue una progresión desde el driver hasta el sand wedge, que se rompe claramente con el putter escoba. Son palos legales y por eso se pueden emplear para dropar, pero resulta sonrojante ver a Adam Scott aliviarse sin penalidad con un putter largo en el Open Championship y librarse por ello del rough. Aunque el punto clave de la posible prohibición no es el tamano, sino el anclaje. El único palo que va anclado al cuerpo es claramente una anomalía en la forma en que debe ejecutarse el swing.

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Hasta la victoria de Keegan Bradley en el PGA del 2011, jamás un belly putter había conseguido la victoria en un major. Hasta ahora, parece que la presión de los fabricantes haría inviable prohibir estos palos. Y todo apuntaba a que en la reunión de la USGA con el R&A antes del US Open la prohibición sería anunciada. Pero al final, nada de nada.

Pero tres de los últimos cuatro grandes han sido ganados por jugadores con putter largo (K. Bradley, Webb Simpson y Ernie Els). Y ya parece que es cuestión de meses que las normas cambien.

Charlé del tema del material de golf con el miembro del R&A con el que jugué el Old Course (ver post). Me contó como el trabajo para introducir limitaciones a las bolas para que no hicieran tanta distancia los pegadores no estaba funcionando: cierto que rebajaba algo la distancia a los mayores pegadores, pero afectaba aún más a los que no lo son.

También le pregunté por la polémica de los putters escoba: Me contó que él no era del comité de reglas pero que sospechaba que estos palos no serían prohibidos: «Ten en cuenta que más de la mitad de los miembros de ese comité usan putters escoba…»

La primera victoria de Seve en Royal Lytham & St Annes

17 de julio de 2012 2 comentarios

El Open Championship vuelve a Royal Lytham & St Annes. Un links venerable y curioso, donde no se ve el mar y sí carreteras, vías de ferrocarril y muchas casas victorianas de ladrillo rojo. No es el campo más bonito del mundo. Faldo dijo que es como jugar en una pequeña ciudad. Fue diseñado por George Lowe, el primer profesional del club, en 1886 y remodelado por Harry Colt al inicio de la década de los 20. Al igual que en Royal County Down, Colt fue llamado para reemplazar los greenes planos y hundidos en superficies algo más elevadas. Colt cambió varios greenes de sitio y creó nuevos tees de salida, añadiendo los doglegs que tanto le gustaban. En la foto, el icónico hoyo 18.

El campo parece un campo minado por bunkers: hay más de 200, es decir, algo más de 11 bunkers por hoyo. Algunos son profundos, muy profundos, como muestra Pablo Larrazábal en esta foto.

El campo es el único de la rotación del Open que empieza en un par 3. También es famoso por su final: 5 hoyos durísimos comparables a los de Carnoustie. Bernard Darwin escribió que «el campo es una bestia, pero una bestia justa».

En este campo fue donde Bobby Jones consiguió su primer Open Championship en 1926. Una placa celebra un famoso golpe desde una zona arenosa en el hoyo 17 (foto de aquí)

Tony Jacklin consiguió la primera victoria británica en 18 años en el Open de 1969, Gary Player ganó su tercer Open en 1974, Tom Lehman ganó en 1996 y David Duval en el 2001, aquel en el que Ian Woosnam empezó su ronda con 15 palos. Pero sobre todo este links es especial porque Severiano Ballesteros ganó dos Opens, en 1979 y 1988.

Su primer grande en Royal Lytham & St Annes lo consiguió un sábado de junio de 1979. Ya había quedado segundo en Royal Birkdale tres años antes en un Open Championship. Pero esta victoria fue la primera europea (no británica) en un Open desde 1907.

La victoria fue épica porque en la última jornada Seve empleó el driver en 9 salidas y sólo cogió una calle. En un campo como Lytham, con tanto bunker, es decir, con tanto bogey y doble bogey esperando al jugador errático, lo que hizo Seve es estratosférico. No tuvo el mejor lie en muchos segundos tiros, y sin embargo ganó con claridad.

Durante el torneo su bola cayó en 15 bunkers, y en 14 de ellos recuperó con sólo un putt. Y con el sand wedge con el que salió tan bien de bunker fue con el que hizo birdie desde un aparcamiento en el 16.

Y ese es el último y asombroso putt. Como dice el comentarista, la bola parecía que tenía un imán hacia el hoyo.

La meteorología en Escocia, el Old Course y el Royal & Ancient

14 de julio de 2012 2 comentarios

Esta es la historia de cómo pude jugar el Old Course de St Andrews  y visitar el edificio del Royal & Ancient (R&A) gracias al mal tiempo escocés.

Era mi segundo viaje de golf a Escocia. Si se organiza un viaje a la cuna del golf con 6 meses de antelación, es muy improbable encontrar hueco para dos partidos en el Old Course. Por ello nuestro plan incluía 5 campos extraordinarios de la zona de St Andrews, pero excluía el Old Course. (Este es el famoso plano del Doctor Alistair Mackenzie del campo).

El día anterior mis amigos y yo jugamos en Carnoustie en las peores condiciones posibles, no ya para jugar al golf sino para estar en la calle. Lluvia intensa, racheada, horizontal, casi granizo desde el hoyo 1 al 18. Los pantalones encharcados desde el tee de salida. Los zapatos, balsas de agua desde el hoyo 2. Puede hacer mucho frío en junio en Escocia. Una ronda heroica y además en un campo como Carnoustie, famoso por su dificultad extrema. Sin embargo, por alguna extraña razón, disfruté enormemente, mucho más que la primera vez que jugué el campo (y conseguí hacer menos golpes). Carnoustie es un campo espectacular, lleno de trampas visuales. Palabras mayores.

Durante la cena, consultamos la previsión meteorológica para el día siguiente: las mismas condiciones dantescas por la mañana, mejora por la tarde. Teníamos contratado un doblete: Jubilee (7.20) y New Course (15.30). Con prudencia, mis 7 compañeros de viaje decidieron dormir y atacar el New Course en el turno de tarde.

Yo quería jugar, y en vista de la espantada, decidí saltarme el guión. Como ya comenté en este post sobre cómo jugar el Old Course, sabía que es posible aparecer en el starter y buscar un hueco. Llovió intensamente toda la noche. Me planté a las 7.10, en ese momento deja de llover. Había gente ya esperando, algunos desde las 4 de la mañana. El starter, todo amabilidad, me comentó que con el tiempo que hacía era muy posible que pudiese entrar. Empieza a llover con fuerza. A partir de las 8 de la mañana empiezan los tee times reservados a jugadores locales. A las 8.15, el starter pronunció mi nombre. Rápidamente pagué mi ronda (150 libras), contraté un caddie (45 libras más propina), cerré mi paraguas y avancé hacia el tee del 1. En ese momento, dejó de llover, y así permaneció hasta el 18, donde incluso nos recibió el sol.

Me emparejaron con una familia inglesa: un matrimonio y su hija adolescente. Los tres, jugadores notables. Conocían bien el campo. Una vuelta agradable y rápida. Jugando el hoyo 12, el hombre, llamado Kevin, me comentó que era miembro del Royal & Ancient Golf Club of St Andrews. Y que me invitaba a una cerveza en la sede del R&A. Acepté, casi levitando.

El edificio parece más pequeño desde fuera de lo que es. Tras firmar en el libro de visitantes, el hall de entrada te recibe con la jarra de clarete del ganador del Open Championship. En la misma vitrina luce el cinturón de ganador del Open que existía previo a esta jarra, cuando el Open se jugó en Prestwick, y cuya propiedad ganó Tom Morris (hijo).

Pasamos a un salón con vistas al tee del 1. En seguida reconocí a Allan Robertson, a Old Tom Morris, a otros miembros del R&A que adornan las paredes, junto con cuadros y planos del Old Course. Pura historia del golf. En las vitrinas, pude admirar palos de varilla de hickory, bolas de pluma (featheries) firmadas por Allan Robertson, bolas de gutta-percha firmadas por el mismísimo Old Tom Morris. (La foto es de aquí; no se permite hacer fotos dentro del club, tal y como me recordó Kevin.)

En seguida nos trajeron una cerveza bien fría en jarra de plata. Kevin me estuvo contando experiencias y anécdotas, casi todas ligadas al gran Seve Ballesteros. Me describió con veneración un golpe que recordaba del Open del 84. A Seve se le recuerda con viveza, con un enorme respeto en esta sede, en la cuna del golf.

Un gran día, y todo gracias al mal tiempo escocés.

Prince Charles

Old Course, St Andrews (Escocia)

10 de julio de 2012 15 comentarios

Es difícil hablar de un campo tan famoso como el Old Course. En este parque público de St Andrews se juega al golf desde hace cinco siglos. Estamos en la histórica cuna del golf. Los campos tienen 18 hoyos porque el Old Course los tenía. El campo que más Open Championships ha acogido. El campo preferido de miles de profesionales. La referencia absoluta en cuanto a diseño de campos, pese a que está diseñado por la naturaleza. Un lugar de peregrinaje obligado para todos los que amamos este juego. Es difícil, digo, hablar del campo eliminando las capas de historia, mística y respeto que uno siente cuando camina por esas calles. Lo intento.

El campo es muy raro y muy especial. Desde el hoyo 1, cada hoyo tiene algo que lo hace singular. Muchos elementos que no dejan de sorprenderte: la absoluta ausencia de horizontalidad en las calles, que son un festival de valles, arrugas, contornos, hoyuelos, vaguadas, plataformas, montañitas; como la piel de un sarpei arrugado. Una montaña rusa continua y sorprendente. Incluso hay salidas desde el tee que son completamente ciegas, como la del hoyo 7. Todo carece del más mínimo orden o simetría, es aleatorio e ilógico, como la naturaleza. Un campo así no puede ser obra de ninguna mente racional.

St-Andrews-Old-Course-2nd-Linksland.com-1

Por ejemplo, el hoyo 7, al que hice birdie, tiene antes del green una vaguada inmensa de unos 15 metros de diámetro, en la cual te metes y no te ven los partidos de atrás.

Este desorden también está presente en los greenes, quizá de los más salvajes que recuerdo. El Old Course no es un campo difícil para un jugador más o menos recto. Cogí todas las calles en regulación menos la del 17. Pero eso sí, es un test brutal de putt. El hoyo 2, por ejemplo, tiene putts complicadísimos. En el 16, el green tiene un flan en medio donde está la bandera, y si pateas desde lejos, es realmente difícil hacerse dos putts. Cometí la infame cifra de 6 tripateos.

Esto obliga a pensar mucho cada golpe de acercamiento al green. Donde apuntar, donde botar, donde va a ir la bola. A veces puedes puttear desde más de 80 metros, o tirar por alto, o chipear. Te deja muchas alternativas. Esto es lo que hace de este campo un parque de atracciones, pura diversión. No me extraña el cliché de que «si tengo que jugar sólo en un campo, este será St. Andrews» que me contó mi compañero de partido. Me confesó que llevaba más de 50 rondas en el Old Course «y todavía no lo conozco muy bien». Es otra idea conocida: todo el mundo habla de la extraordinaria importancia estratégica de dónde jugar cada golpe para evitar tiros de approach duros.

Hay un montón de greenes dobles, enormes. De hecho el campo no ocupa mucho espacio. Mi caddy me contó que una vez al año se juega al revés, es decir, el tee del 1 al green del 18, el tee del 18 al green del 17, etc. A los locales les encanta porque es otro campo diferente, y muchos bunkers nuevos entran en juego.

Luego están los bunkers. El campo está literalmente bombardeado (he leído luego que el campo tiene 112 bunkers). Mi compañero de partido me contó como un socio del R&A, jugando con 73 años, cayó en un bunker cuya existencia desconocía ¡después de haber jugado 50 años en los links! Al parecer todos entran en juego… cuando hay viento. Están por todas partes, y los hay de todos los tamaños y formas. Pequeñitos como un tonel. Grandes. Enormes. Y monstruosos. El bunker del hoyo 8, por ejemplo, el «Shell Bunker», es un gigante que te saluda desde la distancia y que parece un zenote inmenso en el campo. (Esta foto la he encontrado aquí. )

El más famoso de calle, «Hell’s Bunker», es un monstruo en forma de U en el par 5 hoyo 14, donde Jack Nicklaus cayó en el Open de 1995 y necesitó de 4 golpes para salir del bunker. Terminó apuntándose un 10 en el hoyo. Y el más famoso quizá del mundo, el del hoyo 17, el «Road Hole Bunker». Un bunker aparentemente inicuo pero cuyas fauces destruirán las mejores vueltas.

Se habla de los campos americanos manicurados y de los links salvajes , pero este campo está en unas condiciones impecables. Las calles y los greenes son alfombras perfectas de hierba segada al ras, casi resulta difícil diferenciarlas.

El único obstáculo de agua es el Swilcan Burn, que cruza la calle del 1 y del 18. En realidad sólo entra en juego en el 1, si uno intenta apurar demasiado el tiro, o si es agarrotado por el «miedo escénico»: Yo caí en esta segunda categoría, y mi primera bola fue directa a parar al río con un hierro 8 en las manos. Por cierto que el tee de salida del 1 es de los golpes más tensos que he dado en mi vida, y eso que la calle mide casi 100 metros de anchura. Sientes la mirada escrutadora en la nuca de los socios del R&A, de Old Tom Morris, de Allan Robertson y de todo el golf mundial.

(C) Wantes Golf

Tuve un día relativamente benigno en cuanto a viento se refiere. Caminando por el hoyo 8, se levantó un niebla densa, que duró dos hoyos, y desde nuestra posición veíamos apenas las figuras fantasmagóricas de los jugadores de delante. Fue un instante mágico, memorable. Un momento privilegiado en un campo único que debería jugar todo golfista alguna vez.