Rory vs Rooney
Nike reúne a los dos británicos con pecas más famosos del deporte mundial. Los greenes del campo de Mottram Hall en Cheshire, un precioso campo diseño de de Dave Thomas, padecen el rodaje del nuevo anuncio de Nike, en el que Rory McIlroy y Wayne Rooney lucen sus galas de golf… para lanzar una pelota de fútbol. Es un poco el mismo esquema que otros spots de la marca. A destacar el cameo del «fenómeno» Ronaldo, que sólo está para dar entrevistas.
Centro Nacional de Golf, Madrid
El Centro Nacional de Golf Emma Villacieros lleva el nombre de la ex-presidenta de la Federación Española de Golf, en calidad de principal promotora. Sin discutir sus indudables méritos, me resulta curioso este personalismo; recuerda a la costumbre, antaño común, de denominar a los estadios de fútbol con el nombre del presidente de turno, como si fuesen obra suya exclusivamente, o fuesen ellos propietarios legítimos. Con todo, el nombre no ha calado entre los aficionados, que se refieren a esta instalación como el «campo de la federación». (En la foto, los hoyos 2 y 3 desde el tee del 6).
Aunque sienta una irrefrenable afición al golf, es lógico pensar que construir un campo público de golf es un acto poco responsable de cómo usar dinero público, ya que puede ejercer competencia desleal al empresario privado que explota una instalación similar. Y sobre todo habiendo otros usos para emplear este dinero público (por ejemplo, devolverlo al contribuyente). En honor a la verdad, este campo es necesario por varias razones: además de que en Madrid hay innumerablemente más aficionados al golf que campos, el proyecto ha restaurado un área perdida para la ciudad, donde se acumulaban vertederos de escombros y por donde pululaban camellos y drogadictos en búsqueda mutua. Hoy el lugar, aunque el campo no sea un prodigio estético por su ausencia de árboles, es un lugar indiscutiblemente más bello que antes, y debemos agradecer el empeño de la Federación por esta obra. Madrid disfruta hoy de un campo de golf urbano, al que se puede acceder en metro o autobús y que pese a las críticas comunes resulta un recorrido retador e interesante. Lo creo apto para buenos jugadores y para principiantes. En la foto el 16, el hoyo emblemático, desde la sede de la Real Federación Española de Golf.
El campo aparece firmado por Dave Thomas (arquitecto contrastado de Belfry, Abama o Terre Blanche entre otros) y Jorge Soler-Peix, más el equipo de Green Project que lideran Alfonso Viador y Magi Sardà. Hay que aplaudir el trabajo de los diseñadores del campo para encajar un buen recorrido en una finca difícil por su orografía y tamaño. El campo goza de hoyos notables, entre los que se encuentran el 1, 2, 9, y la segunda parte, especialmente los últimos hoyos. Es un campo semi-plano y sin árboles, y esto lleva a algunos a decir aquello de «tipo links», aunque francamente no tiene mucho que ver con un links. No es un campo fácil: estrecho, en demasiadas ocasiones las calles se estrechan más en en lugar de aterrizaje del driver. Si el rough está alto (como estaba cuando se inauguró) puede ser una pesadilla. Los greenes, notables. Los búnkers, aunque tienen buena arena, están en un estado penoso, certificando el intenso uso del campo.
El hoyo 1 es el par 5 más largo de la vuelta. Desde el tee podemos ver en ligera subida todo el camino al green: hay que empezar con tres buenos golpes para llegar. Se ve el ondulado de la calle, y cómo cae de izquierda a derecha.
El hoyo 2 es un par 4 con forma de codo de izquierda a derecha. Según seamos de pegadores podemos intentar acortar por la derecha o directamente apuntar a la calle, sin llegar a los bunkers que la protegen.
Un buen green protegido por un profundo bunker a la entrada en la parte derecha. Al fondo, las cuatro torres de la ex-ciudad deportiva del Real Madrid.
El hoyo 3 es un bonito par 3 a un green plan y protegido por un bunker a la izquierda.
El hoyo 4 es un par 4 estrecho, donde tendremos que apretar para llegar bien a calle. A la izquierda varios bunkers protegen la calle. El green es enorme y está bien guardado por un bunker en su parte izquierda. En la foto se aprecia la estrechez de la calle.
Pasamos a un par 5 largo, calle estrecha, bunkers de protección. La bola mejor por la parte izquierda. Nuevos bunkers esperan al jugador en el green. En este hoyo tuve la mala fortuna de irme por el rough de la izquierda: no es nada aconsejable.
El hoyo 6 discurre plano y paralelo, en parte, a la M-40. Por la derecha además varios bunkers, además del fuera de límites, nos obligan a apuntar por la izquierda. Un bunker protege por la derecha la entrada del green.
El hoyo 7 es un par 4 corto y con un green pequeño. Obligatorio ir por la parte izquierda de la calle. El 8 es un par 4 muy largo, con un drive en bajada que desciende hacia un green bien protegido por bunkers. Detrás, la zona de prácticas.
El 9, finalmente, es un par 3 largo en bajada y protegido por un lago por la izquierda. Hay un desnivel importante por lo que el tiro debe ser controlado. El green tiene un suave desnivel que ofrecerá putts divertidos.
La segunda vuelta abre con un par 5 largo en subida. Hay bunkers por la parte izquierda y derecha que hay que evitar. La calle gira ligeramente hacia la izquierda. El segundo golpe nos permite contemplar el green y sus bunkers.
El 11 es un par 4 relativamente corto, en ligera subida y recto.
El hoyo 12 es un hueso precioso. Nos invita a apretar el drive y tratar de ganar la máxima distancia en una calle descendente. El segundo tiro nos plantea si atacar bandera o ser más prudente y evitar el lago que atraerá las bolas más timoratas. El stance inclinado de la calle nos planteará dilemas adicionales.
El 13 es un dogleg enorme a la izquierda y en subida. No hace falta machacar la bola desde el tee, porque nos quedaremos a una distancia cómoda de un green invisible. Muchos bunkers protegen el green del acceso directo por parte de bombarderos. Hay que conocer el green y la posición de bandera para atacarlo convenientemente, porque guarda moderadas caídas.
El 14 es un par 3 larguísimo. El Monte del Pardo queda a la derecha del mismo. Una vaguada anterior al green recogerá los tiros de escasa potencia. También hay profundos bunkers esparcidos por sus inmediaciones.
El 15 nos enfrenta a una caída brutal desde el tee de salida, cosa que agradece un drive bien pegado y recto. No conviene mover mucho la bola porque los efectos la enviarían a un rough criminal, sobre todo por la izquierda. De nuevo muchos bunkers protegen al green.
El 16 es un par 5 espectacular, todo un prodigio de diseño estratégico. El clásico hoyo plátano con un lago esperando los tiros más agresivos. Por la parte izquierda, el agua, pero por la derecha tampoco hay que despreciar los peligros. La foto corresponde al Madrid Masters del 2009, donde este hoyo era el 18.
El 17 es un par 3 nuevamente largo, con agua a la izquierda. Hay que evitar los bunkers de la parte derecha.
Por último el 18 nos lleva directamente hacia la casa club en suave bajada. La línea por encima del bunker de la derecha acortará distancias, aunque podemos ir por la izquierda. El segundo tiro a un green en alto está protegido por agua.
Drumoig Golf, Fife, Escocia
La primera vez que estuve en St. Andrews me quedé en uno de los muchos Bed & Breakfasts que hay en la zona, un sitio muy recomendable: Castlemount, en frente del castillo de St Andrews. En mi úktimo viaje nos quedamos en un hotel situado a 10 km de St. Andrews hacia el interior, entre St. Andrews y Carnoustie: Drumoig Hotel.
El hotel es un 3 estrellas y cuenta con una casa central donde está la recepción, el bar y el restaurante, y luego varias casas con habitaciones. Nos dieron una con 8 habitaciones para los 8 golfistas. Las habitaciones no son de lujo pero están limpias, son amplias y cómodas.
Además cuenta con un campo de golf de 18 hoyos. Inaugurado en 1996, es obra del insigne diseñador Dave Thomas, autor, entre otros, de los tres campos de The Belfry (Brabazon, Derby y PGA National), sede de 4 Ryder Cups, Terre Blanche (Chatoux Course) en Cannes, Abama, San Roque o Alcaidesa (el campo Heathland). Fue sede de la Scottish Golf Union, pero ahora esta entidad está en The Duke’s. Jugar 9 hoyos nos costó 15 libras. Las vistas desde la habitación son espectaculares.
El campo discurre al lado de una granja de cerdos, por lo que a veces los efluvios que circulan por el mismo no son muy agradables. Es un campo notable, cuyo pecado es estar al lado de las grandes leyendas del golf escocés, aunque mucho más caras. Lo jugamos para entrenar y nos sorprendió: largo, relativamente ancho, greenes bien mantenidos, y con algunos hoyos realmente buenos.
Cuenta con dos hoyos realmente notables. El hoyo 5 es un par 5 en subida relativamente recto en el que el green está escondido, en lo alto de una colina, y protegido por una pared de piedra. Un green en una cantera. Una maravilla.
El hoyo 9 es un par 4 con salida en alto y donde la calle reposa entre dos lagos. El tiro a green ambicioso también va por encima del agua.
Es el ejemplo perfecto de la cultura de golf que se respira en Escocia: durante el fin de semana, el hotel se llenó de golfistas locales buscando un buen partido de golf económico, y las correspondientes pintas de cerveza posteriores. Ahí juega al golf todo el mundo. Un plan perfecto.
Alcaidesa Links, San Roque (Cádiz)
La primera industria de España es el turismo. El turismo de calidad, no el de borrachera, discoteca y playa sino el que gasta euros, compra, visita museos y/o juega al golf. Este deporte es uno de los ganchos más atractivos para promocionar nuestro país (aunque mucha gente no lo entienda). En un anuncio reciente la Junta de Andalucía promocionaba el golf con una imagen de un green junto al mar. El campo que eligieron para su publicidad es Alcaidesa Links. Después de jugarlo creo que es una elección lógica: es un campo espectacular.
El complejo de Alcaidesa tiene dos campos de golf relativamente recientes: el Links y el Heathland. El primero se abrió en 1992 y el segundo en 2007. Diseños de Peter Alliss y Clive Clark el links, y Dave Thomas el Heathland. Hablo aquí del «Links», que pese a su nombre no es precisamente un links.
La ubicación del campo es espléndida: se trata de un recorrido en ida y vuelta que acompaña la línea de la playa desde unas colinas. Desde casi todos los hoyos disfrutas de vistas increíbles al océano y al estrecho de Gibraltar. De hecho, el Peñón sirve como referencia de tiro para varios greenes. Es una presencia poderosa y desafiante. A más de uno le brotarán pensamientos patrióticos de reconquista. Decenas de grandes barcos esperan varados a cruzar el estrecho. Africa también se puede ver claramente.
La cercanía al mar tiene otro aliciente: el viento. El viento puede cambiar hasta dos palos las distancias que se consiguen. Además como es un recorrido de ida y vuelta, los hoyos en los que el viento ayuda se convierten en hoyos terroríficos con el viento de cara en la segunda vuelta.
Es un campo que hay que jugar en buggie: la distancia entre algunos hoyos puede ser importante y abundan las cuestas. De hecho algunos hoyos rozan el límite de lo razonable para ser hoyos circenses: tirar a un green elevado 30 metros desde tu posición. O salidas a una calle 40 metros inferior a tu punto de disparo. Importante practicar tiros con la bola más alta o más baja que los pies o en calles inclinadas. En la foto la salida del par 5 hoyo 5, con un desnivel tremendo.
Fuimos con un jugador que conocía bien el campo y esto es una ventaja enorme, ya que muchos tiros desde el tee son semiciegos y las calles suelen tener bastante pendiente lateral o frontal, lo cual exige tiros precisos. Ir a calle es fundamental, en varios hoyos entra en juego el fuera de límites o temibles bosques de arbustos y tojos que tragan las bolas sin esperanzas de recuperarlas.
Comento un poco algo del recorrido: después de dos hoyos buenos iniciales, el hoyo 3 es el par 4 handicap 1 del campo, un hoyazo aparentemente sencillo con un gran tiro a green en el que hay que cruzar una pequeña vaguada. Esta es la salida (con vistas, como casi todos los hoyos)
Y este es el green visto desde atrás con el Peñón al fondo.
El hoyo 4 aparenta una salida complicadísima y estrecha; realmente desde el tee de salida no se ve mucha calle y sí mucho bunker. Además la calle tiene una fuerte caída hacia estacas rojas en la parte derecha (por donde está el camino en la foto), pero esto no es evidente desde el tee.
Este es el hoyo 7, un par 5 por el que cruza un camino hacia la playa (que está literalmente debajo de la calle, por un túnel. La calle serpentea a la izquierda para tirar a un green más elevado.
El 9 es una salida en alto que cruza un bosque para aterrizar en una ladera cuesta arriba muy pronunciada. Consigues la misma distancia con un drive que con un hierro 5, ya que la pendiente llevará la bola abajo. El segundo tiro es ciego a un green alargado.
Este es el green del 11, para mi el hoyo más escénico del campo. Un tiro precioso.