Ballybunion (Cashen Course), Irlanda
«Cuando vi por primera vez el terreno par el nuevo campo de Ballybunion, me quedé sin palabras. Creo que el mejor terreno links que había visto nunca, y quizá la mejor finca de links del mundo. Con el océano a un lado y el río al otro, este terreno ondulado, movido y fluído es pura e indescriptible belleza.» – Robert Trent Jones.
El Cashen Course, el segundo campo de Ballybunion, se suele despreciar como un campo menor. Mucho más moderno, y diseñado por Robert Trent Jones a principios de los 80, uno espera un links vulgar. Nada de eso. Estamos ante una versión extrema y salvaje del Old Course, un campo mucho más difícil, escarpado, surrealista. Un campo que parece haber estado ahí durante siglos. En la foto la calle y green del 9, con la casa club al fondo.
Campo polémico, en dunas más altas, más escarpadas que las del Old Course. Trent Jones ha dejado intactas las dunas y ha construido un campo asombroso, una sucesión de hoyos imposibles entre dunas alucinantes. Alguno dijo que este diseño es de un «RTJ drogado». Parece un campo diseñado para la PlayStation. Calles duras como el mármol, greenes salvajes de todos los colores, rough de links, viento brutal. Es un campo fantástico, surreal y extraordinariamente divertido. En la foto, la preciosa salida del 17.
El hoyo 1 es un par 5 largo y en ligero dogleg hacia la derecha. La calle está ondulada y arrugada como es típico en links. Bunkers naturales, pot bunkers cerca de green, un buen aperitivo para empezar.
El hoyo 2 es un par 4 donde desde el tee en alto se ve toda la calle descendente y el green en alto. El viento tenderá a llevarse la bola al rough de la izquierda. Un hoyo con aspecto de haber sido restaurado completamente hace poco.
El hoyo 3 es un par 3 contra el viento. Dos o tres palos más pueden ser aconsejables. El green entre dunas no tiene nada de vulgar: una montaña rusa.
Entramos en el corazón del campo donde se irán sucediendo hoyos memorables. El hoyo 4 es un enorme par 4, que parece mucho más largo de lo que es. Desde una gloriosa salida en alto uno tiene el estuario en la izquierda, el océano a la derecha y todo el campo a sus pies. Es momento de descoser la bola.
El hoyo 5 es un par 4 muy corto (275 metros). Tendremos un wedge a un green ciego realmente glorioso. Un green colgado en una duna, muy ancho y ridículamente estrecho y rodeado de un rough selvático.
El hoyo 6 es un par 3 con salida en alto.
El siguiente hoyo es un par 4 corto pero con salida ciega y junto al mar. El viento azota con fuerza. El espectáculo de las dunas es sensacional.
El hoyo 8 es un par 5 de más de 550 metros y cuenta con una salida semiciega en dogleg hacia la izquierda. Una piedra blanca marca la línea a seguir.
Desde el borde de esta duna se extiende la calle como un tobogán gigante. El green vuelve a estar elevado y tiene más contornos y curvas que una pin-up.
El hoyo 9 es un par 5 con salida en alto y alcanzable para pegadores en dos golpes. El problema es un green con tres plataformas donde no existe la superficie plana.
La segunda vuelta es mucho más escarpada y surrealista. El 10 es un dogleg a la derecha con una calle estrecha entre unas dunas alucinantes.
Dos pares 3 únicos continúan. El 11 cuenta con una salida preciosa junto al océano. Un par 3 con el green colgado de una duna.
El 12 es otro par 3 largo y muy curioso. No es fácil haber visto un hoyo de golf en este terreno. El green vuelve a estar colgado de una cornisa. El viento sopla con fuerza a favor.
El 13 es el más difícil del campo: un par 4 con salida semiciega. La calle gira ligeramente a la izquierda. El green es espectacular, tras una vaguada gigantesca. Con el viento de cara, además, quedarse corto es lo normal.
El 14 es un par 4 largo y ondulado. Destaca un green con una especie de vaguada gigante en medio. Las escapatorias dan auténtico miedo.
El hoyo 15, otro enorme par 5, presenta otro tiro ciego desde el tee con la consabida piedra blanca.
La calle es un espectáculo entre dunas, una sucesión increíble de subidas, bajadas, curvas y desniveles hacia un green en alto.
El 16 es un par 3 sencillamente precioso.
El 17, otro gran par 5 corto, la calle serpentea descendiente hacia un green protegido por el mar, el viento y una vaguada. Es muy probable que el segundo tiro sea ciego; hay que ser conservador (lo que yo no hice), y jugar un hierro corto porque la calle es de mármol y desciende vertiginosa.
Para terminar un par 4 en dogleg hacia la izquierda. El green está muy elevado respecto de la calle y bien protegido por pot bunkers. Y cuenta con una superficie inclinada hacia el frente temible.
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5 de junio de 2015 a las 20:07Ballybunion (Old Course), Irlanda | Wantes Golf
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