Gene Sarazen, el inventor del sand wedge
He leído en Golf Digest una historia arrebatadora que combina a un genio de golf, un director de cine americano y muchas dosis de suspense, emoción y final feliz.
El genio del golf es Eugeni Sarazini, más conocido como Gene Sarazen, uno de esos nombres míticos de la década de los 20 y 30. Gene Sarazen ganó 7 majors, siendo uno de los pocos jugadores que ha ganado todos los majors (además de Ben Hogan, Gary Player, Jack Nicklaus y Tiger Woods). En la foto, Hogan, Sarazen, Player y Nicklaus.
Gene Sarazen es quizá más conocido porque su nombre se menciona durante el Masters de Augusta: Da nombre a uno de los puentes de Augusta National, el que los jugadores cruzan al salir del hoyo 15, en recuerdo de un albatros suyo en la última jornada del Masters de 1935, en el hoyo 15, que le sirvió para empatar con Craig Wood y ganar el torneo en el playoff.
Pero Gene Sarazen es el inventor del sand wedge, o el sand iron como él lo llamó. Su amigo, el director de cine americano Howard Hughes le enseñó a pilotar un avión, y Sarazen se fijó en cómo la cola del avión se ajustaba hacia abajo durante el despegue para facilitar la maniobra. A Sarazen se le ocurrió que podía hacer lo mismo con sus palos, y pidió a su fabricante, Wilson, media docena de niblicks (lo que hoy serían hierros 9). Sarazen estuvo probando soldar diferente cantidad de material en la base del palo hasta encontrar una que permitía salir de un bunker con mayor facilidad. La idea era que la suela del palo golpeara primero la arena antes que el filo, permitiendo deslizar el palo por la arena y evitando que el palo se clavara. Además el peso extra permitía mayor potencia para sacar la bola. Fue el primero que jugó los golpes de bunker sin apuntar a la bola, atacando la arena del bunker unos centímetros antes de la bola. Esta técnica es la que sigue vigente hoy, como explica Luke Donald.
Sarazen usó el palo por primera vez en el Open Championship de 1932, en Prince’s Golf Club, manteniéndolo en secreto durante las rondas de prácticas. Como en una buena historia de Hollywood, Sarazen ganó el torneo y alegró para siempre la vida del golfista que visita un bunker.
Olympic Club: el campo de los perdedores ilustres
El campo Lakeside del Olympic Club en San Francisco será sede por quinta vez del US Open, del 14 al 17 de junio del 2012. Un campo extraordinario por el magnífico palmarés de segundos clasificados en US Opens:
- En 1955 Jack Fleck (un desconocido de Iowa) ganaba en el play-off al mítico y favorito Ben Hogan.
- En 1966 Billy Casper derrotó en otro play-off al mismísimo Arnold Palmer. Palmer tenía 7 golpes de ventaja a falta de 9 hoyos. El rey no volvió a ganar un grande en toda su carrera despues este dramatico colapso.
- En 1987 Scott Simpson gana el US Open con un golpe de ventaja sobre el gran favorito en la jornada final, Tom Watson.
- Y en 1998 Lee Janzen se hizo con el torneo batiendo al malogrado Payne Stewart, que perdió 4 golpes de ventaja en la jornada final.
No hay duda: es un campo maldito para cualquier favorito. Pocos torneos exhiben esta lista de derrotados tan ilustres.
Actualización: Webb Simpson (nada que ver con Scott Simpson), un jugador joven con un par de victorias en el PGA Tour, se lleva el US Open de 2012, el segundo que juega en su carrera. Simpson terminó su vuelta, dejando un +1 en casa club, y tuvo que esperar 45 minutos al resto de jugadores que fueron incapaces de batir su resultado: Jim Furyk, Graeme McDowell, o un tal Tiger Woods…
Qué es el golf
Gardner Dickinson dijo: «dicen que el golf es como la vida, pero no les crean. Es mucho más complicado que eso.» A lo largo de la historia las mentes más preclaras de la humanidad han tratado de explicar la esencia del golf.
Muchas citas subrayaban el aspecto cruel del juego. Por ejemplo, Mark Twain dijo que el golf es un buen paseo arruinado. O William Wordswoth dijo que el golf es un día de ocio extenuante. Jim Murray no amaba precisamente el juego: «El golf es el deporte más cruel. Como la vida, es injusto. Es una furcia. Una ramera. Te lleva y te lleva. Nunca cumple lo que promete… es el bulevar de los sueños rotos. Juega con los hombres y se larga con el carnicero.» Otra frase suya: «El golf no es un juego, es la esclavitud. Fue ideado, obviamente, por un hombre desgarrado por la culpa, deseoso de expiar sus pecados.
Otros ofrecen visiones más positivas. Bob Ryan dijo que es «una pasión, una obsesión, un romance, una agradable convivencia con árboles, arena y agua«.Y PD Woodehouse (el más brillante escritor de golf de todos los tiempos) escribió: «El golf es el test infalible. Aquel hombre cuya bola repose en un rough denso, sabiendo que sólo Dios le está observando, y juega su bola como reposa, es el hombre que le servirá bien y fielmente. »
Los genios siempre nos dan las claves del juego: Ben Hogan dijo que «el golf no es un juego de buenos golpes. Es un juego de malos golpes.» Bobby Jones señaló que «el golf es un juego que se practica en un campo de 5 pulgadas: la distancia entre tus orejas«.
Yo me quedo con la frase que leí en un libro de George Peper, ya citado en este blog, Two Years in St Andrews
Es un juego que se juega simple y honorablemente, sin demora o queja, donde se respeta a los compañeros de partido, se respeta las reglas y se respeta la tierra donde caminas. Donde, en el hoyo 18, uno se quita la gorra, se da un apretón de manos al adversario, y sale del campo quizá un poquito más humilde y un poquito más sabio que cuando empezó la vuelta.
Amén.
Carnoustie Championship Course, Escocia
Carnoustie tiene varios apodos. Lo llaman «El Poderoso», «La Bestia», o «Car-nasty», ya que es un links absurdamente difícil sobre todo con viento. Dicen que es uno de los campos más duros del mundo. El campo más difícil de la rotación del Open Championship.
Su fama está avalada por el colapso épico de Van de Velde en el Open del 99. En esa edición, con 19 años Sergio García firmó un 89 en su primera vuelta, y un 83 en la segunda, y acabó llorando amargamente sobre el hombro de su madre. Ese mismo año quedó segundo en el PGA (le ganó Tiger); recuerdo el famoso golpe desde el árbol. Pero lo que todo el mundo recuerda en Carnoustie sucedió el domingo, el hundimiento de Jean van de Velde, la mayor tragedia deportiva en la historia de un Major (con permiso de Roberto de Vicenzo o de Mickelson). Le hacía falta un doble-bogey para ganar el torneo y el francés se cascó un triple bogey tras una sucesión de absurdas decisiones y de visitar el Barry Burn. Aquí tenéis un video dramático de lo ocurrido.
En el playoff Paul Lawrie aprovechó el regalo y se hizo con la jarra de clarete, con dos birdies en los cuatro hoyos de playoff. Por cierto que el campeón hizo 290 golpes, seis sobre par. Claramente se les fue la mano con el rough. Cuando el Open volvió a Carnoustie en el 2007, el campo estaba más benigno. Todavía duele recordar el putt que tuvo Sergio para ganar… al final se lo llevó Harrington con un total de -7.
Jugué el campo en junio de 2010. El primer reto fue encontrarlo, porque los Carnoustiesianos lo tienen bien escondido. Otro inconveniente es que no tiene campo de prácticas. Hay que salir a pelo. El complejo tiene dos campos, aunque aqui siempre hablamos del Championship Course.
Mi caddie me fue contando historias del campo mientras jugábamos. En el 12 me señaló un bunker de calle que se conoce como el «Jack’s Bunker». Al parecer Jack Nicklaus, en uno de los Opens, deslizó un comentario sobre este hoyo diciendo que le parecía una salida cómoda. Cuando regresó al siguiente Open en Carnoustie unos años más tarde, mandó sus cuatro salidas a este nuevo bunker que construyeron «en su honor».
También tuve la oportunidad de jugar el famoso Hogan’s Alley. Una salida estrecha en el hoyo 6 con un bunker en el centro de la calle y un fuera de limites a la izquierda. Todo el mundo jugaba por la derecha hasta que llegó Ben Hogan, en el unico Open que jugo (y ganó) que jugó sus cuatro salidas con precisión de cirujano y puso la pelota por el pasillo entre el bunker y el fuera de limites. Luego leí que hay como 4 diferentes Hogan’s Alley en diferentes campos de golf del mundo, incluyendo el campo de Riviera. En 2006 añadieron un bunker adicional para que el Hogan’s Alley entrara en juego de nuevo: los pros se volaban los bunkers de calle con facilidad.
Era nuestro primer campo en nuestro periplo por Escocia. Mi primer drive fue un rabazo horripilante que visitó el arroyo serpenteante que lo cruza en varios hoyos. Mis compañeros de partido guardaron un respetuoso silencio, aunque las risas iban por dentro. La maldición del hoyo 1. Terminé con un cuádruple bogey. El hoyo dos fue algo mejor: triple bogey y primer tripateo. En el hoyo 3 me hice 9 golpes después de coger calle, tres de ellos desde la arena. Etcétera. Terminé la primera vuelta con un vergonzante 61.
A partir de aquí pensé que si jugaba de zurdas lo haría mejor. Me relajé un poco más. La segunda vuelta fue más aceptable y cumplí mi handicap: hice 44 golpes (+8), con tres pares a los hoyos 12, 14 y 15, y cuatro bogeys a los hoyos 11, 13, 16 y 18. Me acordé de Van de Velde con mi bogey al 18. En total 105 golpes, +11 con mi handicap.
Este año vuelvo a visitar Carnoustie en junio. Ya contaré más cosas del campo. A ver si consigo bajar de 100.
ACTUALIZACION. Jugué el campo por segunda vez en Junio de 2012. Un día infernal: lluvia intensa, viento, frío. Los zapatos encharcados desde el hoyo 3. Hice 104 golpes en unas condiciones durísimas. Y me pareció un campo sencillamente maravilloso. No tiene hoyo malo. Un primera división, de los mejores campos del mundo. ¡Espero poder volver!