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Posts Tagged ‘PGA Tour’

Los mejores pares 4 cortos del PGA Tour

30 de diciembre de 2013 2 comentarios

Con el título de «El poder y la gloria» la revista GolfWorld publicó hace algunos meses una relación de los mejores pares 4 del PGA Tour alcanzables con el driver (por los pros). Con una longitud entre 250 y 300 metros aproximadamente, estos hoyos, casi siempre ubicados en los segundos nueve hoyos, suelen ofrecer una maravillosa combinación de gloria (eagle) y perdición (muchos bogeys). Por muy buenos jugadores que sean, son seres humanos, y pocos pros se resisten a la tentación del «puedo llegar…, pues nada, ¡a por el green!». Cada hoyo esconde multitud de dramáticas historias de ese jugador que malogró su vuelta por intentar alcanzar la gloria. La lista de hoyos es fantástica así que la transcribo añadiendo fotos y comentarios:

Hoyo 14 del Plantation Course en Kapalua (Hawai).  Desde barras negras son 305 yardas, es decir, 279 metros. Se dispara al green más pequeño del recorrido. El campo es famoso por ser sede del torneo de los campeones, el Hyundai Tournament of Champions, el torneo que inaugura el año. Ojo al glorioso hoyo 18 final en bajada. Stuart Appleby ganó el torneo a pesar de cometer 2 de sus 7 bogeys en el SBS Championship del 2004 en este hoyo «fácil».

Hole 14 Kapalua Plantation

El hoyo 10 del Waialae Country Club, Honolulu, sede del Sony Open in Hawaii. Es el hoyo 1 del campo para socios, que se juega como 10 en el Sony Open. El torneo se celebra la semana posterior al Hyundai Tournament of Champions en el mes de enero. Adjunto el plano del mismo.

so08_hole10

El hoyo 10 de Riviera Country Club en California. Todo un clásico del calendario. Pese a sus 315 yardas, en cada edición del Northern Trust Open este famoso hoyo causa tantos problemas que se le apoda el «par 5 más corto del mundo».

Riviera-Country-Club-Hole-10-1-copy

El hoyo 17 del Stadium Course – TPC Scottsdale en Arizona. El Waste Management Phoenix Open es el torneo más ruidoso del mundo, y su hoyo 16 par 3 es un espectáculo impresionante con más de 25000 aficionados en sus gradas, alguno con demasiadas cervezas. El 17 es el hoyo de la izquierda en la foto: los bunkers de calle están suficientemente lejos para intentar llegar al green, pero si el jugador cierra la bola se bañará.

17 tpc scottsdale

El hoyo 14 de Quail Hollow Club, Charlotte (North Carolina). Sede del Wells Fargo Championship, que se celebra en la primera semana de mayo. En este divertido par 4, el agua aguarda a los valientes por la izquierda, protegiendo este movido y alargado green. Este campo acogerá el PGA Championship en 2017.

Quail Hollow 14

Hoyo 11 del TPC Four Seasons Resort Las Colinas en Texas. Sede del HP Byron Nelson Championship.  Con la bandera a la izquierda de este green alargado, la bola debe volar por encima del agua. Pese a su escasa longitud, el hoyo suele ofrecer una media golpes superior a 4. En la foto, el sudafricano Rory Sabatinni intentando llegar a green.

Hole 11 TPC Four Seasons Irving TX

Hoyo 15 del TPC River Highlands, Connecticut. Campo donde se juega el Travellers Championship la semana posterior al US Open. Con 296 yardas, es decir 271 metros, este es el par 4 más corto del PGA Tour. Además de multitud de bunkers a ambos lados de la calle, el hoyo se ataca desde un tee elevado a un green resguardado por agua en la izquierda y una colina de hierba altísima por la derecha. Encima de la colina hay casas, por lo que el fuera de límites entra bastante en juego. Un hoyo para ver varios eagles y muchos bogeys. La vista desde atrás da fe de la excelencia del green y de sus gloriosos contornos.

hole15 TPC River Highlands

El hoyo 4 del TPC Boston en Massachusets. Sede del primer torneo de los play-offs de la Fedex Cup, el Deutsche Bank Championship. Con 298 yardas, el hoyo presenta un aspecto muy similar al hoyo 10 de Merion. Ir a green tiene su riesgo por el enorme bunker de entrada.

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El Hoyo 15 del TPC Summerlin, Las Vegas cierra la serie. Sede del Justin Timberlake Shiners Hospitals for Children Open, que se juega después de los play-offs en octubre. Con 341 yardas,  el green elevado está bien resguardado por 5 bunkers y por el desierto de Nevada.

Hole 15 tpc summerlin

Feliz 2014 a todos y que podamos disfrutar todos de muchas vueltas de golf con numerosos birdies.

Robert Von Hagge, arquitecto y artista

20 de septiembre de 2013 4 comentarios

von Hagge

He comentado ya muchos campos de Robert von Hagge, y cada campo que conoces es mejor que el anterior. Así que he investigado un poco este gran diseñador americano, fallecido en Septiembre de 2010 y que nos dejó más de 250 campos por todo el mundo. Para nuesta fortuna, el estudio de Robert von Hagge, Mike Smelek y Rick Baril (que colaboraban con von Hagge desde 1980 y asociados desde 1995) ha trabajado mucho en España. En este blog ya he comentado los magníficos recorridos del Empordá Links y Forest, los dos recorridos de la Real Sociedad Hípica Española Club de Campo – Norte y Sur o el excesivo y divertido campo de El Encín (en la foto), además de su campo en Miami, Crandon Golf.

Quizá su campo más famoso sea Les Bordes, en Francia, un campo consistentemente votado como top 3 de toda Europa continental y famoso por su dificultad (el record del campo es 71, en manos de Jacquelin). Su huella también está en Le Golf National, junto al diseñador francés Hubert Chesneau. También destacan White Witch en Jamaica, en un resort de Ritz Carlton, el Blue Moster de Doral en Miami, El Conquistador en Puerto Rico o tres joyas mexicanas: El Tigre en Puerto Vallarta, Isla Navidad cerca de Manzanillo y Bosque Real en México DF.

Les Bordes

Robert von Hagge ha sido a veces descrito como un hombre del Renacimiento. Nacido en Texas, estuvo ligado al golf desde pequeño, como caddie, como caddie master, miembro del equipo de mantenimiento y profesional de golf que jugó en el PGA Tour.  Con elevada estatura y porte aristocrático, fue una persona muy carismática. En los 50 trabajó como profesional de club en el campo de Catskill Mountains en Nueva York. Completó un curioso historial de conquistas ligadas con el mundo del golf: se casó (y divorció) dos veces con sendas hermanas que jugaban el LPGA Tour: Alice y Marlene Bauer (esta última miembro del Salón de la Fama de golf). Se convirtió en arquitecto de campos después de obtener su título en Purdue. Empezó a trabajar como aprendiz con Dick Wilson, un arquitecto notable que había trabajado en Shinnecock Hills en los años 30 y que se malogró por sus problemas con la bebida. A finales de los 60 se casó con Greta (su mujer durante el resto de su vida) y se añadió el elegante «von» en su nombre.

Establecer su negocio no fue difícil para von Hagge. Además de su carisma y conocimientos, aprovechó el tirón del mercado de vivienda en Florida en los 60 para trabajar en Boca Río, un club que le sirvió de aval al convertirse en uno de los más ricos de América. Fue de los primeros diseñadores en entender que el golf y las promociones inmobiliarias irían de la mano, y en educar a los promotores para no sobrepoblar un campo con casas.

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Los campos de von Hagge son modernos, pero tienen aspecto de ser totalmente naturales. No suele diseñar calles o greenes planos: lo normal es que el stance siempre sea difícil. Esto, además de ofrecer variedad en el juego y sensación de links, favorece el mantenimiento de las calles: el viento no azota más que determinadas zonas y permite al campo sobrevivir con menos agua. Von Hagge es un especialista en hacer campos en zonas áridas. Decía que cada campo debe contentar a tres jugadores diferentes: buenos golfistas, handicaps medios y principiantes. Cada hoyo debe examinar tácticamente a los tres jugadores. Normalmente diseña varios hoyos en los que el jugador debe mover la bola de una forma desde el tee de salida y de la contraria en el approach a green. Y como explica en esta entrevista, Von Hagge tiene también una teoría particular sobre los obstáculos (de agua y arena): no deben ser penalizadores, sino informativos: te señalan por donde (no) debes jugar. Si el jugador quiere cruzarlos es porque asume un riesgo.

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Sus campos son pintorescos; von Hagge buscaba la belleza en el diseño como objetivo fundamental. Y para ello moldea el paisaje a conciencia. Estudiaba hasta las sombras de los árboles a distintas horas del día para entender el efecto artístico que tendría sobre el jugador. Cada tiro en un campo de von Hagge es diferente. Para Von Hagge un jugador de golf juega realmente unos once minutos en una ronda: la labor del diseñador es hacer agradable el resto del tiempo que va entre golpe y golpe. El golfista debe pensar, entre golpe y golpe, «chico, qué suerte tengo de poder jugar aquí».

El hierro de Sergio García desde la madera

25 de marzo de 2013 1 comentario

«Juegue la bola donde repose», dice la norma. Y así hizo Sergio ayer en el hoyo 10 de la última jornada del Arnold Palmer Invitational. Brillante.

El putt más cruel del 2013

1 de febrero de 2013 Deja un comentario

Metafórico resumen de la carrera de Phil Mickelson (y de lo que es este deporte) en este putt para conseguir un 59 en la jornada de ayer del Waste Management Phoenix Open, el torneo más ruidoso del mundo. Un momento espectacular. Un 60 siempre sabe a medalla de plata…

 

 

Los drivers blancos

7 de diciembre de 2012 Deja un comentario

Cuando salió al mercado el driver blanco, TaylorMade argumentó que el color blanco aumenta el contraste, lo que facilita una mejor alineación del jugador frente a la bola. Además, se decía, evitaremos molestos reflejos que a veces nos produce el sol.

Siempre me pareció un argumento un poco surrealista, uno de esos trucos de marketing que nos ayudan a justificar nuestro espíritu gastópata para racionalizar nuestros deseos de tener lo último.

Investigando sobre Gary Adams, encontré en la revista Golf Illustrated una explicación más interesante: Desde que TaylorMade arrebatara el liderazgo en drivers de metal a Callaway, su posición de dominio ha sido abrumadora. Al parecer, en el PGA Tour los pros que juegan drivers Taylor Made son más que los que juegan las marcas Callaway, Cleveland, Cobra, Nike y Ping juntas. Pero nadie lo sabía.

Así que los responsables de marketing tuvieron una idea genial para comunicarlo: la invención del driver blanco. Una forma efectiva de comunicar esta posición de dominio.

Gary Adams y las cabezas de metal

20 de noviembre de 2012 1 comentario

Hasta finales de los 70, todas las maderas de golf eran… de madera.

Los avances tecnológicos se reducían a combinar diferentes tipos de madera, buscando la mezcla óptima para ganar distancia y precisión. La compra de un juego de  maderas no garantizaba consistencia: las maderas no eran exactamente iguales, y se podían deteriorar con facilidad. Para los jugadores era difícil encontrar el palo adecuado. Uno de los grandes visionarios del mundo del material de golf, Gary Adams, pensó que podría fabricarlo de un único material, simple, más duradero, con calidad consistente y de manera que pudiera alejarse el peso del centro de la cabeza, algo que con madera no podía hacerse. Este norteamericano, hijo de un profesional de club, diseñó en 1979 el «Pittsburgh Persimmon», el primer driver de cabeza metálica. Comparado con los enormes drivers que se venden hoy, sorprende ver una cabeza tan pequeña, como la de un híbrido. Y al parecer era endiabladamente difícil de pegar.

Adams era un vendedor extraordinario y creía en su invento, así que empeñó su casa, consiguió un crédito de 24,000 dólares y fundó TaylorMade. Consiguió que un profesional del PGA Tour, Ron Streck, usara su drive en el circuito. Streck ganó el Houston Open de 1981, pero sus driver no apareció en TV ya que el torneo tuvo que jugarse a tres jornadas. Al año siguiente Jim Simons bató a Craig Stadler en el proAm de Pebble Beach, ahora con total cobertura televisiva, y esto consolidó la reputación de la marca: TaylorMade cerró el año 1982 con 12 millones de dólares en ventas. En 1984 el driver de TaylorMade se convirtió en el más usado por los pros en el circuito. Y desde ahí, hasta convertirse en el líder de ventas. En 2006 las ventas ascendieron a 1000 millones de dólares.

Gary Adams también innovó en la forma de vender palos: antes las maderas se vendían juntas. Fue el primero en entender la compra impulsiva de drivers de los jugadores amateurs y vender maderas por separado. También fue el primero en inscribir el loft del palo en las cabezas de los drivers, en ubicar hoyuelos en las cabezas de las maderas para reducir su resistencia aerodinámica, en emplear varillas de grafito en las maderas, en situar peso progresivo en las cabezas de las maderas, etc.

Salomon entró como accionista en la compañía en 1984. La pérdida de control en la gestión provocó la salida de Adams a finales de los 80. (Posteriormente, Adidas compró Salomon en 1997). Gary Adams se marchó y fundó Founder’s Club en 1991, compañía que vendió a Asics, una marca japonesa, en 1996. La compañía se cerró a finales de los 90, aunque la marca ha resucitado impulsada por nuevos accionistas americanos.

En 1991 le encontraron un tumor en el páncreas del tamaño de una pelota de golf y le dieron 6 meses de vida. Durante su convalecencia ayudó a crear una marca de putts (Odyssey). A los tres años los doctores confirmaron que el tumor había desaparecido de forma milagrosa.  Posteriormente fundó otra compañía de palos, McHenry Metals.

Finalmente el cáncer reapareció y Gary Adams falleció en el año 2000 con sólo 56 años. Uno de esos nombres desconocidos cuya influencia en el mundo del golf es inmensa. Un vídeo honrando su memoria desde el McHenry Country Club:

Tiger Woods, el diseñador del futuro

24 de octubre de 2012 2 comentarios

Con ocasión del anuncio del primer campo de Tiger Woods, analizo brevemente su trayectoria como diseñador.

Tiger empezó diseñando su propio campo de prácticas de juego medio y corto. Cuando se compró un terreno en Jupiter Island (Florida) en 2006, decidió transformar su jardín de 1,4 hectáreas en el campo de prácticas soñado para todo golfista. El campo replica las condiciones de terreno, bunkers y hierba que se juegan en el circuito. No hay tees, todo el campo sirve como tee para practicar tiros a los greenes desde ángulos diferentes: cualquier tiro de 135 metros del PGA Tour puede ser replicado en este campo. También se incluye un pequeño campo de prácticas para wedge, de forma que se pueden practicar tiros de entre 75 a 130 metros hasta la extenuación. Los greenes, cómo no, están perfectos para poder jugar el campo como pares 3. Este es el routing.

Tiger también proyectó diferentes contornos a los greenes para trabajar tiros de recuperación, empleando diferentes tipos de hierba y altura de corte, y dotó a los greenes de todas las caídas posibles para practicar putts largos, cortos, rectos y curvos. Los bunkers también están rellenos de diferentes tipos de arena que replican campos de golf de todo el mundo. Los greenes están dotados de tecnología SubAir, para ventilarlos, y redes de tuberías que enfrían o calientan su temperatura para alterar las condiciones de pateo.

Su primer proyecto de 18 hoyos fue Al Ruwaya, un campo de megalujo en Dubai, que nunca se terminará. Este es el hoyo 12, con 6 tees diferentes. Se llegaron a construir 8 hoyos, que serán próximamente enterrados por la crisis y las arenas del desierto.

Posteriormente Tiger Woods Design entregó dos proyectos más: Punta Brava en Ensenada, Mexico, a 60 km de San Diego, y The Cliffs at High Carolina en Asheville. Ninguno ha empezado a construirse, víctimas de la crisis.

El primer campo de Tiger será, pues, el campo de «El Cardonal» en el complejo Diamante de Cabo San Lucas, en la costa del Pacífico en México. Las obras empezaron este mes de octubre de 2012. El complejo ya cuenta con un campo tipo links («Dunes Course») diseñado por Davis Love III y abierto en 2009. Tiger ha proyectado un campo típicamente californiano. Muchas opciones de juego en cada hoyo, arroyos y estanques para provocar tiros de riesgo recompensa, greenes de contornos irregulares y naturales. Los búnkers de aspecto tradicional. Woods se ha preocupado especialmente en que el campo sea jugable por todo tipo de jugadores.

Crandon Golf Key Biscayne, Miami (Florida, USA)

22 de agosto de 2012 6 comentarios

¿Dónde jugar al golf en Miami?

Como cualquier ciudad americana, Miami disfruta de una amplísima oferta de campos de golf. Quizá el mas famoso sea el complejo de Doral, cerca del aeropuerto, sede del famoso Blue Monster, donde se disputa una prueba del PGA Tour, el Cadillac Championship. Es tan caro como famoso. Los hay asequibles y buenos, como Miami Beach Golf Club. Me decidí por otro campo público del que me habían hablado muy bien. Enclavado en Key Biscane, esta diseñado por Bruce Devlin y Robert Von Hagge en 1972, y fue rediseñado por el propio Von Hagge en 1993. El diseñador es autor de los dos recorridos del Empordà Golf, comentados ya (Links y Forest), además de El Encín o los campos de la Real Sociedad Española Club de Campo (Norte y Sur). Es un campo donde se han jugado torneos del Champions Tour, el circuito senior del PGA Tour.

El mapa del campo enseña sus armas: mucha, mucha agua. Yo perdí una bola (en el lago del hoyo 3) pero un compañero de partido que no estaba en su mejor día se dejó la escalofriante cifra de 15 bolas por el campo.

El club tiene una casa club bastante funcional con vestuarios, restaurante y tienda. Hay un campo de prácticas cortito, sólo válido para hierros. Nos alquilaron unos palos Nike con varilla de acero que no están nada mal. Eso sí, a precio de oro: 55 dólares el juego. El greenfee cuesta 85 dólares, una ganga comparada con los precios de Doral. Como en todos los campos americanos, incluyen los buggies: aunque uno sea un purista del golf, jugar andando es casi suicida con el calor que aprieta en Miami en verano.

Me gustó mucho el diseño. Aunque hacía un calor brutal, siempre he pensado que más vale una vuelta de golf con calor que ninguna vuelta de golf.

El hoyo 1 ya intimida con una salida al draw donde hay agua y una calle que serpentea como una culebra hasta un green bien protegido. Esta es la salida del 1, que pide un draw para dejarla al fondo de la calle:

Una constante de este campo es que te cruzas con infinidad de especímenes de la fauna local. La foto muestra dos visitantes paseando por el green del uno. Es un espectáculo jugar junto a garzas, patos, ibis, cocodrilos, iguanas, caimanes, libélulas gigantes… Y sobre todo mosquitos. El starter guarda un spray antimosquitos con el que hay que embadurnarse si no quieres acabar devorado. Aún así alguna picadura te llevas.

Los primeros nueve hoyos son mucho más difíciles que la segunda vuelta. El hoyo 2 es un dogleg de derecha a izquierda enmarcado en una hilera de palmeras. Otro tiro que pide un draw, aunque el hoyo es francamente largo y no hay peligro de irse al bosque.

El segundo tiro desde la calle del 2 tiene dos problemas: un tiro muy largo y un green en alto protegido por bunkers. Si no recuerdo mal todos los greenes del campo son de este tipo, elevado tipo flan. Muy típicos de Von Hagge.

Todos los greenes del campo son enormes, como éste del par 3 hoyo 3. Permiten muchas banderas y pueden llegar a complicar los hoyos. Tienen bastante movimiento, aunque sin excesos.

El campo regresa hacia la salida del 1 por el 7, cuyo tee está muy cerca del starter. El hoyo 7 es un maravilloso dogleg hacia la derecha a un green invisible y bien protegido por agua.

Este es el green del 7. El tiro para cruzar el lago tiene la dificultad de la distancia. Un disparo tenso y precioso.

La segunda vuelta comienza con un hoyo cuyo plano intimida: tenemos agua a derecha e izquierda. Extraordinario diseño, aprovechando al máximo las condiciones del terreno, y permitiendo acortar el hoyo a los valientes (riesgo / recompensa). Otra cosa curiosa es la cantidad de tees diferentes desde los que podemos jugar, lo que permite atacar al campo al nivel de cada jugador.

Este es el tee de salida del 10, un tee tipo «aeropuerto», innovación de Robert Trent Jones que ya comenté en este post.

El campo lo jugamos con algo de viento, que se agradece para combatir el calor y la humedad, y que añade algo de diversión a los tiros a calle y green.

Otro de los largos tees de salida, en este caso del hoyo 11, otro dogleg precioso hacia la derecha. Al fondo a la izquierda hay un bunker enorme.

Este es el tiro que queda desde la calle del 11, el agua entra en juego para los que se acercen a la orilla para acortar metros. El green está en alto y varios bunkers protegen su ataque.

La calle está protegida por este curioso bunker, típico del campo. Enorme, con muchos contornos y con alguna isla de hierba.

Un buen ejemplo de un campo americano cuasi tropical y muy cerca del centro de Miami. Y para probar la bermuda, una hierba espesa apta para estos climas, y cuya principal diferencia se nota en los greenes: aquí las bolas regatean.

La tercera victoria de Tiger en 2012

2 de julio de 2012 Deja un comentario

Ayer, mientras España ganaba su segunda Eurocopa de fútbol, Tiger Woods conseguía su tercera victoria del año de Tiger Woods en el AT&T National en Congressional. Bo Van Pelt lo tuvo en su mano pero hizo un hoyo 16 desastroso, dejando la victoria en bandeja a Tiger.

Espectacular este golpe detrás de un árbol en el hoyo 12, sobre todo la visión a cámara lenta del golpe y cómo se dobla la varilla de su hierro 9. El hierro fue empleado en el 18, así que no sufrió daños de consideración.

Erik Compton, todo corazón

19 de junio de 2012 Deja un comentario

Eric Compton es un jugador profesional americano del PGA Tour que lleva dos trasplantes de corazón entre pecho y espalda. Le transplantaron su segundo corazón cuando tenía 12 años. En el año 2007 sufrió un infarto cuando volvía a casa desde el campo de golf que casi acaba con él. En mayo de 2008 recibió su tercer corazón.

En 2011 consiguió su tarjeta del PGA Tour a través del Nationwide Tour, la segunda división americana. Este año lleva $230.000 dólares en ganancias. Una barbaridad considerando las limitaciones que tiene, la medicación que toma y el escaso tiempo que dedica a entrenar. Además siempre en cada torneo va visitando hospitales y enfermos de corazón. Y siempre con una sonrisa.

Leo en el PGA Tour que su película favorita es… Braveheart.

Vía.