La bola de golf más deseada
Así se titula un artículo curioso del WSJ que he leído hoy. Y no, no se trata de la Titleist ProV1, que es la referencia en esto del golf, sino de una bola de la marca Kirkland Signature. Por 15 dólares uno se puede comprar una docena de bolas, es decir, cada bola cuesta 1,25 dólares. La ProV1 no baja de 4 dólares por bola.
¿Dónde se compra? En unos almacenes donde la gente va a comprar papel higiénico y cereales a granel, un supermercado de hiperdescuento americano llamado Costco.
¿Y por qué son tan famosas? Porque para los afortunados que han encontrado cajas, se comportan casi igual que las bolas más caras. Un test de GolfSpy de hecho la situaba como mejor que la Titleist ProV1. Esta revelación está haciendo temblar a una industria en la que se supone que la calidad cuesta dinero.
Lo curioso es que Costco no tiene ingenieros como Titleist, Bridgestone o Callaway, no tiene profesionales de golf, no patrocina a jugadores ni vende otros materiales de golf. Las bolas las compró a Nassau, un fabricante coreano que también fabrica para TaylorMade. La fiebre es tal que desde hace semanas no se venden más que en portales de segunda mano. En GolfWRX, el portal americano de golf, un hilo sobre la bola ha generado 5,500 respuestas.
Nike y Adidas dejan el golf
Hace tiempo comenté en esta entrada el declive del golf: los millenials prefieren cazar Pokemons y el deporte no es popular en mercados emergentes como China o India. El mejor indicador es el de las ventas de la industria del golf: El mercado no crece, la rentabilidad es negativa y dos de las principales marcas deportivas han decidido abandonar el golf.
En Agosto de 2016 Nike acaba de anunciar que deja de vender palos, bolsas y bolas de golf, quedándose sólo con el negocio de ropa. Sus ventas fueron las peores en los resultados del año pasado, alcanzando 706 millones de dólares, un 16% menos que el año pasado.
El declive del golf en Estados Unidos, su principal mercado, coincide con la historia reciente de su estrella Tiger Woods, como explicaba este artículo de Bloomberg en el que se incluye este gráfico.
En mayo de 2016 Adidas también anunció sus planes para vender su unidad de golf, formada por TaylorMade, Adams y Ashworth, quedándose con el negocio que vende zapatos y ropa con marca Adidas. Los analistas estimaban que la falta de rentabilidad del negocio llevó a unidad de golf de adidas a unas pérdidas cercanas a los 100 millones de euros.
El golf en Corea
Esta semana he estado en Seúl, capital de la República de Corea. No he podido conocer ningún campo, por falta de tiempo y porque hace un frío tremendo. Pero algunas impresiones puedo contar de este país que domina el golf femenino mundial (9 coreanas en el top 25, incluyendo la número 1 Inbee Park) y que empieza a exportar también buenos jugadores al PGA Tour.
Los coreanos están locos por el golf. El hotel donde estoy hospedado, además de tener dos canales de golf que emiten 24 horas, cuenta con gimnasio, piscina, cancha de prácticas y un putting green. Es el primer hotel del mundo que veo con cancha para dar bolas. Abundan las canchas de prácticas por toda la ciudad. De hecho, muchos de los más de 3 millones de coreanos que juegan al golf nunca han salido al campo. Lógico si pensamos que hay pocos campos, suelen ser privados y la entrada puede costar medio millón de dólares (aunque parece que han llegado a estar por el millón). Esta es la cancha del hotel.
También abundan las tiendas de golf. En una misma calle, he podido contar unas 20 tiendas relacionadas con el golf. La de Adidas – TaylorMade está pegada a la de Nike Golf.
Muchas otras tiendas de moda / golf. Titleist, Mizuno, Le Coq Sportif, Lacoste, Elle Golf, Ping, etc. También veo marcas de golf insospechadas, como Playboy Golf.
Todas abundan en ropa (una amplia selección carísima) y palos. Veo muchos palos japoneses de marcas que no conocía. La última moda, lo más de lo más, palos dorados. Son espantosos. El golf en Corea es un símbolo de status.
Un último apunte: por si hay alguien despistado, estoy hablando de Corea del Sur. En Corea del Norte no parece que haya la misma afición al golf. El actual líder Kim Jong Un está más interesado por el baloncesto. Su padre, eso sí, era un golfista excepcional: solía hacer tres o cuatro hoyos en uno por cada vuelta que jugaba, de acuerdo con los informes oficiales de la agencia de noticias estatal. En la década de los 90 (algunas fuentes apuntan a 1991, otras a 1994) el dictador estableció un récord golfístico sin igual. El día de la inauguración del Pyongyang Golf Complex, el único campo de 18 hoyos en Corea del Norte, Kim Jong Il, con 50 años y sin haber cogido un palo de golf en su vida, hizo una ronda de 34 golpes (38 bajo par). Al parecer consiguió 11 hoyos en uno, de acuerdo a lo que declararon los 17 guardias de seguridad que le acompañaban. Esta noticia fue celebrada en medios oficiales para el gozo y disfrute del pueblo coreano.
Los drivers blancos
Cuando salió al mercado el driver blanco, TaylorMade argumentó que el color blanco aumenta el contraste, lo que facilita una mejor alineación del jugador frente a la bola. Además, se decía, evitaremos molestos reflejos que a veces nos produce el sol.
Siempre me pareció un argumento un poco surrealista, uno de esos trucos de marketing que nos ayudan a justificar nuestro espíritu gastópata para racionalizar nuestros deseos de tener lo último.
Investigando sobre Gary Adams, encontré en la revista Golf Illustrated una explicación más interesante: Desde que TaylorMade arrebatara el liderazgo en drivers de metal a Callaway, su posición de dominio ha sido abrumadora. Al parecer, en el PGA Tour los pros que juegan drivers Taylor Made son más que los que juegan las marcas Callaway, Cleveland, Cobra, Nike y Ping juntas. Pero nadie lo sabía.
Así que los responsables de marketing tuvieron una idea genial para comunicarlo: la invención del driver blanco. Una forma efectiva de comunicar esta posición de dominio.